Santo Domingo.-Ya no queda nada para las vacaciones de Semana Santa y algunos afortunados se irán de viaje para hacer turismo, comenzar ya a ponerse morenos de cara al verano o simplemente pasar unos días en el campo. Es en estos momentos de esparcimiento, cuando nos encontramos fuera de casa, cuando suele ser más difícil mantener una dieta saludable.
Para echaros una mano en estas vacaciones y que no hagas la «operación torrija» para después pasar directamente a la «operación bikini», te damos una serie de consejos con los que puedes comer de forma saludable estés donde estés.
No pasa absolutamente nada porque te comas una torrija un día (o dos, que están muy ricas): ni te vas a levantar al día siguiente pesando tres kilos de más, ni vas a perder tus queridos gains del gimnasio, ni tu metabolismo va a sufrir una caída estratosférica. Como ya dijimos cuando hicimos referencia a la costumbre que tenemos de comer de más durante la Navidad, lo importante no es lo que haces un día, sino lo que haces durante todo el año.
Basta con que esas cervezas, esas torrijas o ese postre especial no se conviertan en una costumbre que lleves a cabo cada día durante muchas semanas. Las vacaciones son momentos para disfrutar y es algo que no hacemos todos los días del año, así que no te obsesiones con ello.
Si vas a una ciudad nueva a hacer turismo, seguramente te toque comer de restaurante muchos de los días. Comer de manera saludable en un restaurante no tiene por qué ser muy complicado, en principio: opta por priorizar las verduras frescas en tus platos, que te aportan fibra, vitaminas y mucha saciedad. Puedes pedirlas como entrante en forma de ensalada, o también cocinadas a la parrilla o al horno. Si vas a pedir un menú, intenta que el primer plato sea de base vegetal.
Un segundo plato con un buen aporte de proteína también es una buena idea: opta por la comida local, tanto carnes como pescados, a la plancha o al horno, e intenta que la guarnición también sea de verduras o, al menos, que no sea frita (una rica patata al horno con especias en lugar de las clásicas patatas fritas puede ser una buena opción).
Los menús de los restaurantes suelen incluir bebida y postre. Para beber, lo tenemos más que claro: agua con todas las comidas. De este modo puedes dejar las bebidas menos saludables (vinos, cervezas, cócteles, etc) para las ocasiones especiales: quizás una copa por la noche o una cerveza con el aperitivo. En el caso del postre, pregunta al camarero si disponen de fruta fresca y opta por una fruta de temporada.
Si tu destino es la playa, seguramente harás alguna de las comidas en el chiringuito más cercano. Comer de manera saludable en el chiringuito no es tan sencillo como puede ser en un restaurante, pero con unos consejos básicos podemos conseguir una comida sana.
Evita las frituras, omnipresentes en este tipo de locales: el pescaíto frito a la orilla del mar es muy tentador, pero, por ejemplo, las sardinas hechas a la brasa son igual de ricas y bastante más saludables al no estar rebozadas y fritas después de sumergirlas en aceite. Opta también por los platos de verdura que además te refrescarán del calor a la orilla del mar.
Si quieres llevar un tentempié para la playa, lo mejor que puedes hacer es optar por la fruta fresca (seguro que encuentras una frutería cerca de la playa o del hotel donde puedas comprar alguna pieza de fruta fácil de transportar, pelar y comer en la playa, como manzanas, naranjas o plátanos) o por frutos secos (siempre al natural o tostados, nunca fritos).