Una nueva medida del Reino Unido anuncia la prohibición de venta de nuevos automóviles que funcionen únicamente con combustibles fósiles. El objetivo es eliminar gradualmente los vehículos contaminantes.
Según un comunicado por parte de las autoridades locales, en 2030 pondrá fin a la venta de automóviles y furgonetas a gasolina y diésel, pero permitirá que siga la venta de nuevos vehículos híbridos hasta el 2035.