
Santo Domingo. –Durante años, la discoteca Jet Set Club fue objeto de múltiples denuncias por contaminación sónica debido al alto volumen de la música, lo que afectaba la tranquilidad de los residentes del sector El Portal, en el Distrito Nacional. Así lo revela la solicitud de medida de coerción presentada por el Ministerio Público contra los propietarios del centro nocturno, tras la tragedia ocurrida el pasado mes.
De acuerdo con el documento oficial, las constantes quejas motivaron la realización de inspecciones, vistas técnicas y mediciones ambientales, las cuales concluyeron que el establecimiento operaba excediendo los límites de ruido establecidos por la norma ambiental vigente para la protección contra ruidos.
“Esto evidencia que había un constante irrespeto a la ley por parte de los imputados”, señala el expediente, que además destaca la responsabilidad directa de Maribel Espaillat, quien figura como copropietaria de la discoteca y firmó en calidad de imputada en varios de los procesos legales relacionados con estas infracciones.
El Ministerio Público sostiene que estas acciones demuestran el nivel de dominio, conocimiento y participación que tenía Maribel Espaillat en la operatividad de Jet Set Club, representando personalmente al negocio en procedimientos legales previos a la tragedia.
La solicitud también indica que la edificación donde funcionaba la discoteca fue intervenida por las autoridades desde 1994, aunque no se ofrecen mayores detalles en este fragmento del documento.
Estas revelaciones se suman a la lista de irregularidades señaladas por el órgano acusador, que busca medidas de coerción contra los responsables del establecimiento, tras el colapso del techo que dejó varios muertos y heridos.