Washington. — En medio de una creciente escalada entre Israel e Irán, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, endureció su postura este martes al exigir la “rendición incondicional” del régimen iraní y advertir que la paciencia de Washington “se está agotando”.
A través de una serie de mensajes publicados en su red Truth Social, Trump aseguró que Estados Unidos tiene ubicado al líder supremo iraní, a quien calificó como un “objetivo fácil”. Aunque descartó por ahora su eliminación, dejó abierta la posibilidad de actuar en el futuro.
“Sabemos exactamente dónde se esconde el llamado ‘Líder Supremo’. Es un objetivo fácil, pero está a salvo allí — no vamos a eliminarlo (¡matar!), al menos por ahora”, escribió el mandatario.
Trump también afirmó que Estados Unidos controla completamente el espacio aéreo sobre Irán y destacó la superioridad tecnológica de su ejército.
“Irán tenía buenos rastreadores aéreos y otros equipos defensivos, y en abundancia, pero no se comparan con lo que está hecho, concebido y fabricado en Estados Unidos. Nadie lo hace mejor que el buen y viejo EE.UU.”, señaló.
El tono desafiante del presidente estadounidense se da en un contexto de alta tensión regional. El pasado viernes, Israel lanzó la Operación León Creciente, un ataque aéreo masivo contra más de 100 objetivos en Irán, incluidos complejos nucleares y fábricas de misiles. En represalia, Irán lanzó una ofensiva con drones y misiles sobre territorio israelí, lo que marcó el inicio de una confrontación directa que ya cumple cinco días.
En ese escenario, Trump interrumpió su participación en la cumbre del G7 en Canadá para regresar de urgencia a Washington. Desde el Air Force One, reafirmó su postura:
“No estoy buscando un alto el fuego, estamos buscando algo mejor que un alto el fuego”.
Una vez en la capital estadounidense, el presidente convocó a su equipo de seguridad nacional en la Situation Room de la Casa Blanca. Aunque no se ha confirmado oficialmente una intervención militar directa, Trump advirtió que cualquier ataque iraní contra tropas o bases estadounidenses en la región será respondido “con dureza, sin rodeos”.
En sus publicaciones, también descartó un eventual canal diplomático:
“No me he acercado a Irán para unas ‘conversaciones de paz’ de ningún tipo. Si quieren hablar, saben cómo dar conmigo. Deberían haber aceptado el trato que estaba sobre la mesa — ¡¡¡se habrían salvado muchas vidas!!!”
Mientras tanto, la comunidad internacional observa con creciente preocupación el rumbo del conflicto. Las potencias europeas han pedido una desescalada inmediata y el regreso de Irán a las negociaciones nucleares. Sin embargo, con las posiciones cada vez más radicalizadas, la posibilidad de una solución diplomática parece más lejana que nunca.
