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Ni amigo ni enemigo del presidente Leonel Fernández


Por: Salvador Holguín

Desde el 2001 cuando me inicié en el periodismo dominicano siempre expresé respeto y admiración por la figura del Dr. Leonel Fernández expresidente de la República Dominicana para ese entonces, por sus condiciones excepcionales e intelectuales y como había salido del barrio de Villa Juana convirtiéndose en una figura de prestigio internacional, siendo valorado, admirado y respetado por todos los líderes de América Latina y el Caribe.

Como político he tenido muchos cuestionamientos a sus gestiones porque entendía que un líder de su estirpe y estatura pudo haber hecho más por este país ya que poseyó el tiempo necesario de gobierno, dirigió la nación por 12 años, aunque se lograron algunos avances el estado siguió con los mismos problemas y deudas sociales que existían cuando este ascendió a la presidencia de la República, fue un mandatario permisivo y eso le hizo mucho daño a la patria y le ha impedido retornar al poder, además de otros factores internos y externos que se han dado…

A final del 2014 fui convocado por el empresario Porfirio López Nieto a las oficinas de su prestigiosa empresa Data Crédito para una reunión, cuando pasé por su despacho desconocía las razones por las cuales se me había citado, siendo este un gran amigo nuestro nunca tuve dudas de que se trataba de algo muy importante, el expresidente Leonel Fernández estaba interesado en tener un acercamiento conmigo, Porfirio me informó que el príncipe le dijo que tenía admiración por mi persona, cosa que valoré de manera positiva a tal punto que accedí de inmediato a la reunión que Leonel quería que sostuviéramos.

Todo estaba listo para el primer encuentro con el presidente del PLD el señor Leonel Fernández Reyna, compramos el tiquete aéreo, reservamos el hotel en Miami, en la madrugada con mi maleta preparada cuando iba saliendo recibí una llamada de Alberto Adán el asistente de Don Porfirio quien era que me iba a recibir allá, me informó que el encuentro con el León se había suspendido, le pregunto ¿porqué?, me dice, cito: “Danilo Pérez bloqueó la reunión alegando que tu eres “pepeachista” y que no tienes el nivel para reunirte con un líder de la categoría del presidente Leonel Fernández”, a lo que solo dije “Ok”.

Los que me conocen bien como el señor Porfirio López Nieto, el expresidente Hipólito Mejía y el presidente Danilo Medina saben muy bien que soy un hombre que cuando me comprometo con una causa o doy mi palabra, la cumplo al pie de la letra, por lo que si el encuentro entre el expresidente Leonel y yo se hubiese dado y asumo un compromiso con él, otro gallo cantaría… En vez de fungir como medio de difusión revelador de las informaciones, habría jugado un rol de ente mediador entre el príncipe y el Don, o en el caso de la especie de defensor.

Este proceso nos deja varias enseñanzas: La primera; que hay que prestarle atención a las personas sin importar su clase social, nivel económico o inclinación política, segunda; que por más alto que estés no debes discriminar al de abajo, nunca se sabe en qué momento te puede ser útil, y tercera; que los líderes políticos no deben tener de asistentes o colaboradores a personas torpes, arrogantes y prepotentes que no entiendan el rol que deben jugar para coayudar a sus paladines.


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