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Comunicadora Nashla Bogaert de la mercadotecnia a la pantalla grande


Santo Domingo.- Apasionada, espontánea y determinada, son palabras con las que se podría definir a una Nashla Bogaert que incursionó en el cine siguiendo los consejos de un amigo, pero que, 12 años después, continúa soñando con ser bailarina. La actriz dominicana tiene una lista de tareas pendientes, encabezada por una pregunta que le hacen constantemente: tener hijos.

“La idea de tener un hijo, o varios, siempre está en nuestros planes, no es algo que estamos evitando. Sin apurarnos, pero puede llegar en cualquier momento, cuando Dios quiera”, reveló la también comunicadora.

Mientras tanto, David Maler y Nashla se enfocan en continuar haciendo de su relación de pareja y laboral una combinación efectiva para el éxito personal y empresarial de ambos.

“Creo que, hasta ahora, hemos sabido no mezclar… saber el lugar y límite de ser la pareja y no llevar las situaciones del trabajo a casa. Comprendemos, tenemos tolerancia uno con otro, y yo creo que el hecho de yo admirarlo y respetar mucho lo que hace, me hace disfrutar verlo trabajar. Cuando lo veo desarrollarse me siento orgullosa y es casi como algo que me alimenta”, expresó con entusiasmo Bogaert.

Nashla, quien empezó a estudiar Mercadotecnia como profesión, pero la abandonó tras un año de haberla iniciado, tachó de esa misma lista la creación de su empresa productora, Cacique Films, y la realización de su primera película, Reinbou, tras la cual se encaminan a la segunda cinta, un thriller psicológico escrito por Maler, y que será filmado a finales de este año. Ahora lo que anhela es internacionalizar su trabajo como actriz y productora, aprender a surfear (risas) y dirigir documentales.

La intención de los documentales es una idea en la que Nashla desea plasmar los temas que más la sensibilizan, como son el planeta y la humanidad, enfocados en la extrema pobreza, los derechos humanos, el medio ambiente y los animales, especialmente para defender a quienes no tienen voz y crear conciencia sobre la importancia de los mismos. Es un proyecto que se plantea a largo plazo, ya que aún no determina cuáles puntos son más determinantes para tocarlos en la República Dominicana.

“Él fue el culpable”

En el 2004, Nashla Bogaert empezó a rodar Viajeros, dirigida por Carlos Bidó, y fue donde conoció a Frank Perozo en su faceta de actor. “Él fue el culpable”, recuerda entre risas. “Me decía que debía seguir en la línea del cine, que estudiara, me preparara y buscara la manera. Comencé a prestarle atención y empecé a hacer más películas”, relató la actriz oriunda de San Francisco de Macorís.

Por aquel filme Nashla recibió un pago de RD25 mil, y desde ese entonces ha realizado aproximadamente 12 películas en géneros distintos. La cifra máxima que ha cobrado ha sido 1,200,000 pesos.

La actriz reveló que próximamente, además de Todas las mujeres son iguales, estará trabajando junto a Perozo en algunos proyectos, pero no juntos frente a la pantalla.

Regreso a la televisión

Volver a la pantalla chica local es un aspecto que Nashla Bogaert no descarta. Aunque considera que hacer cine ha sido su mayor bendición y lo describe como el lugar donde quiere estar, donde siente que pertenece y el mejor paso que pudo dar. Pese a que no se lo plantea por el momento, para regresar a la televisión le gustaría tratar propuestas temporales de contenidos relacionados a la humanidad. “Ya sea de cómo volver a amar al prójimo, cómo volver a cuidar nuestro mundo, algo que te ayude a ser mejor ser humano”, destacó en la entrevista.

Próximos proyectos

Además de su participación en la obra El hijo de puta del sombrero, la actriz terminó de rodar Todas las mujeres son iguales, dirigida por David Maler, y se prepara para el estreno de Nadie muere en Ambrosía, una historia de fantasía sobre piratas y ninfas, y Lo que siento por ti, de la Fundación Quiéreme Como Soy, basada en hechos reales.

Equidad en vez de igualdad

“Quisiera celebrar el día donde no haya que hablar de que la mujer es valerosa, porque ya se sabe y no hay que hablarlo”, explicó la comunicadora al referirse a la posición de la mujer en el mundo.

“Estoy esperando el día de la equidad, no de la igualdad. Para mí, somos una misma especie, pero tenemos naturalezas diferentes, no podemos perseguir ser iguales. El hombre no puede perseguir ser una mujer y viceversa, en conducta y naturaleza”, agregó actriz de 30 años.

Ha querido faltar al Soberano

La actriz y productora Nashla Bogaert consideró que las plataformas como los Premios Soberano son escenarios en los que las figuras se exponen al ojo “más justiciero y terrible”.

“Yo voy consciente de que estoy exponiéndome al odio y a ese tipo comportamiento humano que es natural, lamentablemente, el odio, el morbo, la envidia, el recelo… son cosas inherentes de la naturaleza del ser humano y ese es el momento perfecto para sacarlos. En muchas ocasiones yo misma me he sentido con el deseo de no participar en esos eventos para evitar enfrentarme a cosas que no necesito en mi vida”, precisó.

Nashla dijo que asiste por la comunidad que sí la apoya, admira y aplaude, pero que, de todos modos, este año aprendió a no permitir que las críticas le afecten. “He hecho ese ejercicio de estar en paz con mis propias virtudes, mis propias debilidades, saber lo que tengo y lo que defiendo”, puntualizó.

“El hijo de puta del sombrero” en Bellas Artes

Bajo la dirección de Manuel Chapuseaux se presentará en Bellas Artes “El hijo de puta del sombrero”, escrita por Stephen Adly Guirgis, los fines de semana del 12 al 14 y del 19 al 21 de mayo, a las 8:30 de la noche. La obra, producida por Raúl Méndez, narra la historia de cinco personas acostumbradas al cinismo y a sabotearse a sí mismos. Ellos son: Julio, interpretado por

Irvin Alberti, un adicto al amor y relegado en la infancia dada su condición sexual, primo de Johny (Pepe Sierra), quien es un ex convicto y ex adicto que representa el prototipo del que no quiere crecer y que vive con el impulso de la búsqueda de su identidad. Este tiene una relación con Verónica (Nashla Bogaert) desde la adolescencia. Es una mujer derrotada, verdadera, sensual y la única que sigue siendo abiertamente adicta a las drogas. Por otro lado, Victoria (Hony Estrella) es la mujer de Ralph (Kenny Grullón), se dejó engañar por el encanto del discurso esperanzador de su marido y ahora vive adicta a la amargura, mientras que él es un manipulador que se enfrenta con la realidad.

 

 


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