David Kada confesó la situación que lo llevó a la quiebra en lo económico y en la actualidad tiene una deuda de 11 millones de pesos, que trabaja para saldar todo eso, ya que inició un camino nuevo. Esas deudas millonarias dicen que son recientes y está tratando de resolver todo para luego ver la gloria de la música.
«En deudas yo voy por los 11 millones de pesos y tengo que tratar de resolver todo para entonces ver la gloria con la música», dijo.
Esto lo obligó a buscar nuevos horizontes y trabajar con una empresa con la cual dice se lleva como si fuera una familia y que además saben del negocio. Pero le han pasado tantas cosas en que en algunas ocasiones hasta ha querido tirar la “toalla” y apartarse de la música para siempre.
Desde pequeño
“Como todo ser humano uno se cansa de las cosas malas. Son 18 años de carrera, pero la vida me ha enseñado a entender muchas cosas sobre el bien y el mal. Yo siempre me he entregado al trabajo.
Mi padre murió cuando yo tenía 18 años y me entregué a personas que veía como mis padres y ellos abusaron de eso, lo que hizo que yo desmayara en varios momentos. Me decía a mí mismo: Yo voy a desistir de esto, ya no creo en nadie”, dijo el joven.
Expresó que nunca firmó un contrato por dinero, sino por sentimiento, con personas que prometieron hacer cosas bonitas por su familia.
Su primer contrato fue con Ruina Nueva, por un porcentaje, proyecto del que no quería salir, pero se desintegró y es cuando emprende su camino como solista.
Contratos
“Cuando salí de Ruina Nueva firmé con la otra persona que me prometió un trabajo de un año a ver qué salía. Pasaron cuatro años y yo sin nada, pero produciendo y pegando canciones, pero no vi nada, porque nunca firmé con dinero”, dijo el salsero.
Nuevo tema. Su más reciente salsa es inédita: «Tú eres la mía», del dominicano Idelfonso Azcona.
El se considera una persona muy sentimental, que se ataba mucho a lo que era lo personal, pero no así a lo profesional, pero la vida le ha enseñado tanto que ha decidido darle un nuevo giro a su carrera y trabajar con el corazón y una nueva empresa.
Fuente: El Día
