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¿De qué color es el «ojo» de la justicia?


Por: Juan Modesto Rodríguez

El color de ese «otro ojo» con el que se representa «la justicia» nadie lo conoce. Y es peor,aun con el ojo después de la venda, se afirma que la «justicia es ciega».El fondo del ojo del ciego no tiene color.

Nunca podrá ser confiable que «quien no ve, pueda tomar decisiones justas.

Cuando por la vía del Derecho,una justicia ciega no podrá ver,entonces entramos en decisiones que a menudo, son «políticas» alimentadas con frecuencia, por los argumentos, mas que por pruebas.

Tal vez,la razón de todo esto resida en que en el Consejo Nacional de la Magistratura que escoge a los jueces, no hay «monjes», sino Políticos.

Cuando los jueces no pueden ver,por aquello de que la justicia -«es ciega»-, el político en el poder se encarga de completar el trabajo en los tribunales. Por eso cargamos con un histórico «déficit de justicia» en el país.

Hay muchos inocentes condenados y encarcelados,purgando el tiempo de su vida,tras las rejas,muchos sin haberle visto,el color del otro ojo a una justicia ciega.

La justicia es -tan ciega-,que son los políticos,quienes la ayudan a sentarse en el Tribunal y a ponerle el traje de «juez» a políticos que luego actúan como magistrados,y la emprenden contra ciudadanos,no necesariamente con el Derecho,ya que tendríamos otros resultados, sino con el «prejuicio político».

Que la justicia es ciega y solo ve a través del ojo del político,ha quedado en evidencia ,esta vez en dos casos recientes, el juicio abierto Marino Zapete, aun con las pruebas en las manos, PENDIENTES de ser desmentidas en un debate jurídico, que la justicia -no ve- y en la decisión de la Suprema Corte de Justicia con la demanda por «Difamación» al periodista Salvador Holguin.

Los periodistas tenemos motivos suficientes para preocuparnos por los resultados judiciales en el manejo de conflictos con los periodistas.

Primero hemos visto,un grupo significativo de periodistas «fuera de combate» pintando palomas de colores para entretenernos sobre los hechos de políticos y del poder.A esos popularmente,se ha convenido en llamarles «Bocinas».

Hilos invisibles del poder,se han cargado periodistas y comentaristas,no comprometidos y los han hecho «expulsar» de sus centros de labores,Ricardo Nieves,Edith Febles,Marino Zapete,entre otros.

Muchos han tenido que cerrar programas,clausurar proyectos de comunicación,porque no son pagadas las facturas de publicidad oficial.

Es evidente,que el Gobierno «contrataca» a quienes critican los actos de funcionarios en la gestión,y se desconoce la importancia de la libertad de expresión y difusión del pensamiento,de periodistas y ciudadanos criticos,cuando se aprueba apresuradamente,sin debates,de manera administrativa en lo legislativo, una especie de «ley moldaza» que intimida a quienes «se atrevan»a criticar funcionarios,porque seria considerado, crimen de difamación e injuria y delito de Alta Tecnología,si lo difunde.

Cualquier periodista,puede ir a parar «con sus huesos» a un tribunal a enfrentarse con el poder político y empresarial.

EL CASO «HOLGUIN»
La Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia condenó al comunicador Salvador Mayobanex Holguín Espinal, al pago de una indemnización a favor de la Lic. Lucía Medina Sánchez de Cinco Millones de Pesos (RD$5,000.000.00) como justa reparación por los daños y perjuicios sufridos por la ciudadana Lucia Medina Sánchez, y rechaza la impugnación de la sentencia de la corte.

Tanto la sentencia emitida por la Corte de Apelación, como la sentencia de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia, establecen que ha quedado clara y fuera de toda duda, la «intención» del imputado Salvador Holguín de atentar contra el honor de la recurrida, Sra. Lucía Medina Sánchez,expone la Procuraduria General de la República,en una nota.

Los jueces «vieron» configurados todos y cada uno de los elementos constitutivos de Difamación, así como la intención de dañar la honra y el buen nombre de la señora Lucía Medina Sánchez, hecho que quedó evidenciado en un vídeo del programa Hilando Fino, donde el Sr. Salvador Holguín Espinal emitió pronunciamientos que atentan contra la honra y el buen nombre de la Sra. Medina Sánchez.

Holguin por su parte explica que NO FUE quien reveló el supuesto romance de Yomaira Medina con el ex jefe de la Policía Nelson Peguero Paredes, y que fue un comunicador de New York en el 2015 y Yomaira demanda a Salvador en el 2017. Holguín aseguró que no sólo en la justicia hay parcialidad, sino que también los medios actúan de manera parcializada ya que la mayoría no le han permitido defenderse en todo este proceso.

En el impulso en defender su honor porque no demandó a quien realmente lo dijo primero y lo difundió? pregunta Salvador Holguin.

Es evidente,que lo difundido en 2017 por Holguín fue «un fiambre».Era un viejo material,producido y difundido en 2015 en Nueva York, no se sabe cuantas veces, ni por cuantos medios y redes sociales.

En NY, no se tipifica como «delito», sino que es en nuestra especial República Dominicana, -EL PAÍS DE LOS ABSURDOS», donde una justicia «ciega» ve el «delito» de difundir un material «Fiambre» de 2 años de antigüedad entonces y condena a un periodista,por dejar que su teleaudiencia viera una vieja historia en un vídeo, por la «intención» de difamar.

Habrá sido «solo Salvador Holguín»,el DIFUSOR de ese «delito» de difamación que una justicia «Ciega» al final a alcanzado «VER» para el 2020 entonces en última instancia,terminar con una condena?.

El «Brazo Largo» que se dice tiene la justicia,no pudo llegar a Nueva York, ni a donde se originó el contenido en 2015,sino a donde quien lo difundió. Atrapar a Salvador Holguín,como difusor, y configurarle «la intención» de difamar a Yomaira,con un contenido,un producto ajeno,como un vídeo,es el camino mas corto de encontrar «un culpable»,y hacerle pagar por una actividad que hacen millones de dominicanos a diario,difundir material informativo por los medios de comunicación y redes sociales.

Un contenido propio o ajeno, puede ser difundido como autor por cualquiera que use los medios de comunicación,no importa si se llama Salvador Holguín o «Juan Pedro». Con el avance de la Internet, las redes sociales, ya es imposible «encarcelar un contenido» menos si tiene ribetes de «interés publico».De ser punible,difundir contenidos en forma libre,todos los usuarios de medios,por los cuales difundimos contenidos,somos pasibles de ser llamados a tribunales.

Habría que condenar a todos los que en la República Dominicana en cada momento,de cada día, produce o busca contenidos y los difunde.Pero aunque se haya configurado como delito de ofender honras,difundir un material de información,lo cierto aquí es como argumenta el propio periodista » el plan era sacar a Salvador Holguín de los medios de comunicación y callarlo».

YA LO DICE EL REFRÁN….. » NO HAY PEOR CIEGO QUE AQUEL QUE NO QUIERE «VER»


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