Por: Salvador Holguín
Desde que empezaron las “movilizaciones verdes” vengo escuchando personas del bocinaje peledeista y del gobierno de Danilo Medina decir que esas corrientes responden a sectores de partidos políticos incluyendo al PRM, que es la segunda fuerza política del país. Desde mi punto de vista ese es un grave error, lo digo por dos razones; la primera es que con esas acusaciones lo único que están provocando es activar y despertar las fuerzas opositoras al partido morado que después de la destrucción del PRD han estado desintegradas sin capacidad de aglutinarse para hacer estremecer la República Dominicana como pasó con las dos marchas, la del 22 de enero en la Capital y la del 26 de marzo en Santiago de los Caballeros.
La segunda es que el Partido de la Liberación Dominicana y la presidencia de Danilo Medina aprovechándose de que en estos momentos controlan el 90% de la prensa y medios de comunicación con los recursos del Estado, han querido minimizar los reclamos verdes por el fin de la impunidad y la corrupción, le han hecho una publicidad gratuita descomunal a quien pudiera ser mañana su “monstruo de Leviatán”.
Creo que si el PLD no utiliza el tacto político que siempre le ha caracterizado en momentos difíciles como estos, esa estructura partidaria de poder está destinada a perder las próximas elecciones, y peor aún, sufrir una desintegración más temprano que tarde.
OJO: Si el movimiento verde sigue como va será quien pondrá el presidente del 20, asumirá un candidato de los que no están contaminado con los sobornos de Odebrecht y sobrevaluación de Punta Catalina y le pondrá la banda presidencial.
Hasta ahora los verdes tienen más credibilidad y moral que los morados porque han surgido de las entrañas del pueblo y sus marchas, reclamos y demandas son justas debido a que simbolizan el sentimiento de todos los dominicanos de bien que queremos un país más decente, con funcionarios honestos y un Estado que garantice mejor distribución de los recursos, que lo haga de manera equitativa, a diferencia de los peledeistas que construyeron su imperio con dinero del narcotráfico, malversación e impunidad. Si el PLD es inteligente como lo ha sido en los últimos 20 años se preocuparía más por el surgimiento de quien puede ser su verdugo. De los cohetes explotados que están gravitando en la esfera política nacional no hay porque preocuparse ya que no representan una amenaza y no creemos en ellos.