Por: Félix Bautista
Los ejercicios y actividades físicas son fundamentales para mantener una salud adecuada. Ayudan a mejorar la circulación y fortalecer el corazón. Permiten mantener un menor peso, reduciendo los riesgos de desarrollo de enfermedades crónicas: hipertensión, diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares.
Está demostrado que las personas que realizan actividades físicas constantes son menos propensas a padecer enfermedades mentales. Actividades como caminar, correr, trotar, nadar o practicar yoga liberan endorfinas, conocida también como una de las hormonas de la felicidad, por ser neurotransmisores que generan sensaciones de placer o bienestar. De esta manera, se puede afirmar que la actividad física es una herramienta poderosa para manejar el estrés y mantener una mejor salud emocional.
Los ejercicios físicos son esenciales para la salud y abarcan múltiples dimensiones del bienestar de los individuos. Integrarlos en la rutina diaria es una estrategia clave para promover una vida más larga y saludable.
Hacer ejercicios genera un impacto significativo, que trasciende la calidad de la salud, toda vez que la prevención de enfermedades por la rutina de ejercicios reduce los costos que se generan por atención médica, aliviando la carga en gasto de los sistemas públicos de salud, así como el gasto de bolsillo de los pacientes.
Desde otra perspectiva, podemos también afirmar que las actividades deportivas personales en gimnasios, las actividades deportivas profesionales y los grandes eventos deportivos que se realizan a nivel internacional, tales como maratones y olimpiadas deportivas, han permitido el desarrollo de una nueva área de investigación, que algunos denominan “economía del deporte”. El deporte impacta de forma significativa en el desarrollo de la economía, ya que tiene una gran capacidad de movilización y convocatoria de sus aficionados, lo que se traduce en compras de boletos aéreos, hospedajes en hoteles, ingresos por entradas; de igual forma producen gran impacto en el sector textil, por la gran cantidad de ropa deportiva que se confecciona para cada tipo de deporte; las construcciones de canchas, pabellones y estadios modernos generan grandes inversiones en actividades de construcción y sus derivados; se generan además, gastos en marketing y publicidad para los espectáculos y concentraciones deportivas de pequeña y gran escala; las actividades de apuesta y todo tipos de juegos de azar que se generan sobre las actividades deportivas; el comercio de alimentos saludables y suplementos deportivos, entre otros.
A lo anterior, se puede agregar todas las oportunidades laborales que puede generar el deporte, desde entrenadores personales, personal administrativo en clubes y gimnasios, hasta empleos en la organización y producción de eventos deportivos.
Las actividades físicas y los deportes no sólo son indispensables para la salud de las personas, sino que desempeñan un papel transcendental en la economía y el empleo. Promover un estilo de vida activo y saludable reduce los riesgos de enfermedades y las presiones sobre los sistemas de salud, al reducir los gastos que se asocian a las atenciones médicas.
La economía que se genera del deporte impulsa el crecimiento de diversas industrias, creando empleos y oportunidades colaterales en diversos sectores. Fomentar la actividad física no sólo mejora la calidad de vida de las personas, sino que también contribuye al desarrollo económico y social de las comunidades. Practicando deportes y haciendo ejercicios cuidamos nuestra salud y desarrollamos la economía.
A propósito de la reforma fiscal que próximamente será depositada en el Congreso Nacional, para su conocimiento y posterior aprobación, esperamos que las actividades físicas que se realizan en gimnasios, así como las actividades deportivas no sean gravadas con ningún tipo de impuestos.