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El 10% de madres lactantes padece de “mastitis”


SANTO DOMINGO.- Para muchas madres la lactancia materna es la mejor conexión con su criatura. Sin embargo, el proceso podría ser doloroso, frustrante o, en su defecto, desencadenar algún malestar. En el caso de las que retienen el líquido, esto podría generar una infección como la mastitis.

Esta es la inflamación de uno o varios lóbulos de la glándula mamaria, que puede acompañarse con infección.

Es de inicio rápido y ocurre dentro de las primeras semanas del posparto, especialmente entre la segunda y tercera semana del puerperio, explica Mayerling Guzmán Álvarez, obstetra y ginecóloga colposcopista.

Generalmente es unilateral, agrega la especialista, y aparece en el 10% de las lactantes. Guzmán Álvarez afirma que puede afectar, también, a mujeres que no están en período de lactancia y a hombres.

Hinchazón de las mamas, engrosamiento, dolor o sensación de ardor, escalofríos, dolor en el pezón y fiebre por encima de 38 grados son algunos de los síntomas.

Entre los principales factores que producen este mal, en el caso de las lactantes, están:• Obstrucción de los conductos lactíferos.

  • Tomas de leche poco frecuentes por el infante.
  • Separación de tomas de forma súbita.
  • Agarre inadecuado del niño con extracción ineficaz de la leche.
  • Separación entre la madre y el recién nacido las primeras 24 horas de vida.
  • Disminución de las defensas maternas relacionadas con el posparto y el estrés.

Una simple inflamación como esta puede terminar en un proceso quirúrgico, de no tratarse adecuadamente.

¿Cuáles son los tipos de mastitis?

La experta indica que existen varias clasificaciones de la mastitis, entre ellas: • Mastitis puerperal: la más común y se caracteriza por la retención de leche y el sobrecrecimiento bacteriano.

  • Mastitis crónicas secundarias: derivan de las mastitis puerperales o no, que fueron mal curadas, que en ocasiones presentan brotes que se repiten una y otra vez, se hacen resistentes a los antibióticos y es necesario realizar procedimientos más profundos como la desbridación.
  • Mastitis tuberculosas: son muy raras y de evolución lenta.
  • Enfermedad de Mondor: se presenta en raras ocasiones y se caracterizada por la tromboflebitis superficial (inflamación de las venas superficiales) de la pared torácica y que afecta preferentemente a la mujer. En la mayoría de los casos es de origen desconocido.
  • Mastitis de células plasmáticas: esta es muy localizada y se caracteriza por la dilatación de los conductos galactóforos.

¿Qué se le recomienda a una madre primeriza que pase por esta situación?

La experta indica que es importante educar a las madres que están pasando por un proceso similar, pero sobre todo brindar un apoyo emocional para que la paciente pueda lidiar con esa sensación de frustración e incomodidad.

“Una vez comiencen a notar los signos y síntomas, deben anotarlos y comunícarselo a su médico. El médico procederá a realizar unas preguntas claves, hará las observaciones necesarias y le informará los pasos a seguir con respecto a su tratamiento”.

Recomendaciones

  • Evitar que las mamas estén demasiado llenas de leche antes de amamantar.
  • Asegurarse de que la succión sea de la forma correcta.
  • Asegurarse de que las mamas se drenen por completo durante la lactancia. Si tienes dificultades para vaciar una porción de la mama, aplica calor tibio y húmedo a la mama antes de amamantar o extraer leche.
  • Amamantar primero del lado afectado, cuando el bebé tenga más hambre y succione con más fuerza.
  • Cambiar las posiciones para amamantar.

CLAVES

Evolución.

La ginecóloga obstetra Mayerling Guzmán Álvarez indica que si no se trata correctamente, puede provocar una acumulación de pus (absceso) en la mama, que por lo general requiere un drenaje quirúrgico.

 


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