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El Málaga deja al Sporting en situación muy crítica


Los gijoneses afrontaron este encuentro en precarias condiciones, ya que Rubi no pudo contar con nueve jugadores ya que a las ocho bajas sabidas por sanción o lesión se unió el mismo día del partido el lateral Douglas, lo que motivó los primeros minutos de Lora desde que Rubi se hizo cargo del equipo.

Desde el inicio de lo partido quedó patente lo que se jugaban los dos equipos, ya que las imprecisiones y las interrupciones fueron constantes, aunque los malagueños parecían más entonados y suyas fueron las primeras llegadas con cierto peligro. Sin embargo, la primera ocasión de verdadero peligro fue local en una combinación entre Carlos Castro y Carmona que culminó con un disparo de este que salió ligeramente cruzado. Pero la más clara estuvo en los pies de Traoré, que peleó por un balón en el área pequeña y remató a media vuelta, pero Kameni, que se había lanzado hacia un lado, estuvo rapidísimo y rectificó sacando una mano que evitó el gol rojiblanco.

Por parte del Málaga, era Keko el que más peligro creaba y en una acción suya los andaluces se adelantaron en el marcador con un gol de Sandro que remató solo un centro de su compañero, que se aprovechó de un error en el despeje de Canella. La primera ocasión de la segunda parte también fue visitante pero Santos, en inmejorable posición cerca del punto de penalti remató muy alto, jugada a la que siguió una contra local en la que el balón llegó a Carlos Castro que profundizó en el área pero no llegó a rematar.

Traoré no estaba teniendo su noche y en estos primeros minutos de la segunda parte volvió a desperdiciar una clara oportunidad tras un gran pase de Babin, incorporado al ataque para el saque de una falta, pero el costa marfileño se entretuvo en el remate y permitió a Ricca despejar a córner. Rubi decidió prescindir del delantero y dio entrada a Dani Ndi tratando de ganar velocidad en las acciones ofensivas, ya que Traoré es un jugador más acostumbrado a jugar de espaldas a la portería rival.

Sin embargo, nada cambió porque los locales apenas creaban peligro y cuando se acercaban a las inmediaciones de la portería andaluza se mostraban muy lentos en sus acciones lo que permitían a los defensas reaccionar y solventar la situación. Rubí se lo jugó el todo por el todo y dio entrada al delantero del filial Pablo Fernández y los rojiblancos se lanzaron al ataque tratando de minimizar los daños, pero Kameni volvió a salvar a su equipo en el lanzamiento de una falta a cargo de Burgui que superó la barrera pero no al portero, y un minuto después en un disparo a Víctor que iba a la escuadra.


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