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El PRM; un partido, pero no oposición…


Por el periodista Salvador Holguín

Diciendo “Lo que otros callan”

A raíz de los enfrentamientos entre los principales líderes del PRD y entrar en una profunda crisis después del proceso electoral del 2012, en el cual el expresidente Hipólito Mejía fue candidato presidencial perdiendo las elecciones de Danilo Medina y el PLD, y donde los perredeistas acusaron a Miguel Vargas Maldonado de traidor, surge el Partido Revolucionario Moderno como fuerza opositora el 1ro de febrero del año 2015, fecha en la cual fue aprobado oficialmente como organización política, acogiendo la Junta Central Electoral (JCE) la sugerencia de cambio de nombre de Alianza Social Dominicana por PRM.

El Partido Revolucionario Moderno (PRM), fue creado como una organización política de carácter policlasista y de orientación democrática, liberal y progresista, cuyo objetivo era guiar al pueblo dominicano hacia el desarrollo humano, garantizando la superación material y espiritual de la población, cosa que no ha hecho desde su rol de “partido de oposición” y mucho menos lo hará si llega al poder, si tomamos en cuenta su comportamiento y actitud al no asumir la defensa de la sociedad dominicana en cuanto a su problemática se refiere. El PRM, partido que no es revolucionario ni moderno, surgió por la división del PRD y por la falta de oposición al PLD. El “pacto de las corbatas azules” y la no integración de Miguel en la campaña presidencial del PRD en el 2012, se encargaron de confirmar la alianza soterrada que tenía Miguel mucho antes del certamen electoral del 12.

Por la incapacidad del PRM que debió ser una estructura política opositora al gobierno de  Danilo Medina y el PLD, es que ha surgido el Movimiento Verde, el cual si ha sabido interpretar las aspiraciones e inquietudes del pueblo dominicano en cuanto al cese de la corrupción, el fin de la impunidad y otros males que afectan la Republica Dominicana. A esto tenemos que agregarle el fenómeno Ramfis Domínguez Trujillo, que a pesar de ser un descendiente de un dictador que gobernó la nación por 31 años, la gente lo prefiere para candidato presidencial, debido a que los lideres perremeístas Hipólito Mejía y Luis Abinader, están llamados a jugar un rol de opositor y no lo hacen, por el contrario se ven muy cerca de quienes hoy gobiernan…

Lo que confirma que el PRM es un partido pero no oposición, es que en ninguno de los reclamos de las problemáticas que agobian al pueblo dominicano en estos momentos, esa estructura política se coloca al lado de los mejores intereses de la sociedad dominicana, en cambio se muestran indiferentes ante esos males, y son los ciudadanos los que tienen que hacer las denuncias y oposición junto a la Sociedad Civil, las iglesias y los periodistas que sus ideas y plumas no están empeñadas al régimen de turno.

El caso de Leonardo Faña y el ministro Administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta, debe llamar a la reflexión a los dirigentes que militan en ese partido, pues la sociedad no asimila una conducta pasiva de los políticos que están para hacer oposición, los líderes del PRM dejaron que a Faña lo condenara un tribunal a pagar medio millón aun presentando 264 pruebas para demostrar que decía la verdad, veracidad que conocía cada miembro de la alta dirección perremeísta, pues en múltiples reuniones Leonardo Faña les dio los detalles y presentó documentos que sustentaban su denuncia. Aun así, la dirección del PRM dejó solo a su presidente del Frente Agropecuario. ¡Cuánta falta de solidaridad y compañerismo entre ellos!, a cada juicio debió ir una multitud a apoyarlo, junto a una defensa en las redes sociales y en los medios de comunicación, nada de eso se hizo… Debieron hacer lo mismo que hizo la Marcha Verde cuando a Juan Compres (Guanchi) le pusieron droga, los verdes asumieron su defensa enfrentando al gobierno y a la Fiscalía que querían enviar a prisión al peregrino de Moca con un expediente de narcotraficante, siendo falso.


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