La Romana.- El juzgado que conocería el caso de referimiento judicial para desbloquear las cuentas embargadas de Casa de Campo, se inhibió de conocer el mismo, enviándolo a la Corte de Apelaciones de San Pedro de Macorís.
La ciudadana americana Rosa Abel Lora apodero una recusación contra el juez presidente de primera instancia de la cámara civil de la Romana, Argenis García, por legitima sospecha, en procura de garantizar que la justicia se aplique en conformidad con el derecho y las leyes vigente.
Esa recusación contra el juez Argenis García se realizó ya que ese mismo magistrado fue quien en la demanda introducida por daños y prejuicio a favor de Rosa Abel Lora, la declaró inadmisible en el año 2014, y luego otro juzgado dio causa legítima a la demandante.
Reportero de frontera25 pudieron estar presente en el caso de la audiencia y observaron cuando el juez Argenis García, expresó que actuaba mandando el caso a la Corte de Apelación solo por la presencia de la prensa y para evitar tergiversaciones.
La Señora Rosa Abel Lora ha logrado mediante acto judicial la hipoteca Judicial frente a Casa de Campo contra cuentas millonarias y propiedades por más de 30 millones de pesos, ante la negativa del consorcio hoteleros a cumplir con las sentencias dictadas por los tribunales dominicanos.
Casa de Camp alega, para intentar desbloquear las hipotecas, con un referimiento judicial incoado que la empresa APTUS S.R no puede realizar deslindes y gestionar sus correspondientes certificados de títulos, en los terrenos de su propietaria de “una porción de terreno de 700MTS2, identificada como La Vereda No. 28, por la inscripción de las hipotecas judiciales”.
Pero se descubre que es un ardid de Casa de Campo para evadir sus compromisos de ley a favor de la señora Rosa Abel Lora, ya que el supuesto propietario de esa “empresa” es un joven insolvente, que vive en el sector villa España de la Romana, sin calidades para poseer terrenos en ese exclusivo complejo hotelero.
El joven de 24 años José Richard Padilla Contreras, reside en la calle B, 23 S, de Villa España la Romana ,Republica Dominicana, no tiene ningún récord económico ni comercial, por lo que todo apunta que es un testaferro puesto ahí para encubrir las acciones de Casa de Campo.
