EE.UU.- Rusia ha puesto otra vez en peligro a la Estación Espacial Internacional (ISS) y a su tripulación por un nuevo error que tuvo lugar en una de sus antiguas naves nombradas ‘Soyuz’. La Agencia Espacial Federal de Rusia sigue estrellándose a pesar de que niega sus problemas y con un presupuesto recortado por Vladímir Putin.
Dicho accidente espacial tuvo lugar el viernes pasado cuando un motor sin control de una de las naves provocó que toda la estación saliese de su órbita, provocando un cambio en la orientación de 57 grados. Según ha informado New York Times, el inconveniente empezó cuando Oleg Novitsky (cosmonauta) estaba comprobando los motores de la nave ‘Soyuz MS-18’ en la estación espacial.
El problema se originó con un disparo inesperado de los propulsores que terminó invirtiendo brevemente el puesto de avanzada. A pesar de que la agencia rusa Interfax afirma que el control ruso le comentó a Novitsky que no se trataba de error grave, el control de astronautas en Houston lanzó la alerta para iniciar los procedimientos de emergencia para volver a retomar la actividad.
A la media hora de adoptar la actitud inicial, la nave Soyuz volvió a la Tierra con tres tripulantes de la ISS, no obstante, los rusos han querido reducir la importancia del accidente en un comunicado a pesar de que ya es la segunda vez que presenta problemas espaciales -en julio se produjo una serie de fallos con los impulsores del módulo Nauka-.
Relaciones con otras agencias espaciales tras conocer el error
La NASA todavía no quiere denunciar estos problemas para no dañar las relaciones espaciales, a pesar de que varias agencias han perdido la confianza en la Agencia Espacial Federal de Rusia porque el año pasado solo completó 30 de los 83 objetivos que tenían planeados. Por otro lado, la NASA quiere continuar en asociación con Rusia para mantener la estación en funcionamiento hasta 2030.
Sin embargo, el país ruso ha ampliado su relación con el programa espacial de China porque han firmado un acuerdo para trabajar en bases lunares, lo que supondría cierta competencia con el programa de exploración lunar ‘Artemis’ de la NASA.
