EEUU.- A un ritmo cada vez más acelerado, la industria sanitaria proyecta un futuro esencialmente vinculado al uso de tecnología, un “imperativo” que con herramientas como la inteligencia artificial, algoritmos predictivos para el diagnóstico temprano y el revolucionario estudio del genoma humano apuntan a una “atención centrada en el paciente”, con niveles de especificidad que hasta la era pre-covid eran insospechados.
“El uso de la tecnología debe darse a un nivel transversal, que permee todas las áreas del sistema de salud, pero centrado en las personas”, explicó el jefe médico de la Clínica Universidad de Los Andes, Pablo Valdés, en una conferencia ofrecida en el Hotel Intercontinental de Santiago de Chile.
Para la gerenta de Innovación y Salud de la Cámara de Innovación Farmacéutica (CIF Chile), Francisca Rodríguez, las herramientas de salud digitales permiten “tomar mejores decisiones”, en tanto “no solo se trata de acelerar procesos y hacerlo más eficientes, sino tener datos sobre las necesidades de salud de la población, el beneficio de ciertos medicamentos, entre tantas otras cosas”.
Sin embargo, esta transformación no es fácil cuando “la cultura de ambiente de salud es muy adversa al cambio”, según el director médico de la Clínica Santa María, Cristián Ugarte, quien asegura que “la digitalización y el uso de tecnología en salud son una obligación que va a afectar el abanico completo del sistema de salud”.
Ambos participaron en el panel “Tecnología Diagnóstica y Terapéutica” del South America Healthcare Innovation Summit, evento organizado por Bamberg Health con el apoyo de compañías del sector como BD, CSL Vifor, Pfizer y Siemens Healthineers.