Bogotá.– El jefe del equipo negociador del Gobierno colombiano en el proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), Juan Camilo Restrepo, dijo hoy que el diálogo entre ese grupo guerrillero y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia convertidas hoy en la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, FARC en ambos casos, es «muy útil y conveniente» para el éxito de las conversaciones que se realizan desde febrero pasado en Quito.
El encuentro entre los líderes de ambas organizaciones empezó el sábado anterior y concluyó el lunes con la divulgación de una declaración en la que afirmaron que no desfallecerán en la búsqueda de la paz.
El diálogo entre los negociadores del ELN y los principales dirigentes de las FARC ocurrió en la fase previa del cuarto ciclo de negociaciones entre el Gobierno y el primer grupo, que comenzará mañana en Quito.
La nueva ronda de negociaciones debía empezar el lunes pero fue postergada por el Gobierno para permitir el encuentro entre los delegados del ELN y los ex guerrilleros de las FARC.
Restrepo dijo que encuentros de este tipo «son beneficiosos y muy útiles» porque le permiten al ELN enterarse de cómo fue la negociación entre el Gobierno y las FARC, que concluyó hace casi un año.
«El Gobierno considera que esos diálogos y encuentros son útiles porque el ELN puede recibir de primera mano de las FARC el testimonio de que sí se puede llegar a una paz digna, entregar las armas eñincorporarse a la política», dijo Restrepo en declaraciones desde Quito a la cadena de radio colombiana Caracol.
El ELN y las FARC redactaron la «Declaración de Montecristi» (por el lugar donde se llevó a cabo la reunión), en la que indicaron que explorarán mecanismos comunes para que se cumpla el acuerdo entre el Gobierno y las FARC, y avance la agenda de conversaciones pactada entre el Gobierno y el ELN.
La negociación entre el Gobierno y el ELN empezó el 7 de febrero en la capital ecuatoriana y ya deja un primer acuerdo que consiste en un alto el fuego y de hostilidades que entró en vigencia el 1 de octubre y se prolongará hasta el 9 de enero de 2018.
Según Restrepo, al final del cuatro ciclo de negociaciones, a mediados de diciembre, se hará una evaluación de esa tregua bilateral para determinar si será prorrogada.
«El cese del fuego ha funcionado bien, no ha habido ningún incumplimiento, los observadores de la ONU y de la Iglesia católica están en el terreno (verificando el acuerdo)», dijo Restrepo.
Las FARC firmaron el acuerdo de paz en noviembre de 2016 después de cuatro años de negociaciones en La Habana, tras lo cual sus cerca de 8.000 miembros se concentraron en campamentos donde en agosto terminaron el proceso de entrega de armas a la ONU, que las inhabilitó para elaborar con ellas unos monumentos a la paz.