Estados Unidos. – A través de un comunicado en su cuenta de Twitter, Lamarcus Aldridge ha anunciado su repentina retirada. La carta esgrime una irregularidad cardíaca como el motivo del adiós. El veterano pívot decía haber notado algo raro en su pulso durante su último partido, lo cual empeoró con el transcurso de los minutos. Tras haber acudido a un médico especialista, asegura sentirse mejor, pero enfatiza aquel malestar como “uno de los momentos más aterradores de mi vida”, llevándole a tomar la decisión de terminar su carrera.
“Siempre he puesto el baloncesto por delante. Ahora toca poner por delante mi salud y a mi familia” decía el jugador antes de pasar a los agradecimientos. El primero, al propio baloncesto “gracias a este juego por todo lo que me ha dado: los grandes recuerdos, incluidos los altos y bajos, y las amistades”. Continúa la carta con gratitud hacia Portland “me ha dado unos años inolvidables”, a Spurs “por acogerme en su familia” y a Brooklyn “por confiar realmente en mí”. Antes de despedirse diciendo que “aseguraos de disfrutar cada día. Yo puedo decir que es justo lo que he hecho”.
El que hasta ahora era su general manager, Sean Marks, ha apoyado su decisión en un comunicado oficial a través de los propios nets. En él le daba las gracias por los servicios prestados, aseguraba que “ha sido tratado por los mejores experos” y le deseaba “una vida sana y feliz” junto a su familia.
No es la primera vez que el jugador tiene que lidiar con problemas relacionados con el corazón. Nada más llegar a la liga, fue diagnosticado con el síndrome de Wolff-Parkinson-White, el cual genera arritmias. Esto le llevó a tener que operarse del corazón en 2011 y a arritmias menores que le mantuvieron alejado de la competición posteriormente.
Aldridge se retira después de quince temporadas en la NBA, en las que ha sido All-Star un total de siete veces y estado presente en los mejores quintetos del año en cinco ocasiones. Sin embargo, el legado que deja es el de un interior de clase infinita cuya calidad sobrevivió a tiempos que no eran amables con su juego. Por ello, se ha ganado la admiración de la liga y su entorno.
Periodistas reputados como Zack Lowe o Marc Stein recuerdan su inolvidable tiro de media distancia. Tampoco se han hecho esperar las reacciones de Damian Lillard o CJ McCollum, deseándole una feliz vida al que fuese su compañero en los Blazers. Otros como Isaiah Thomas se arrojan a reconocerle como un fututo integrante del Salón de la Fama y “mejor persona”.
