Por: Nancy Báez
Desde pequeña he estado acostumbrada a observar la entrega de alimentos, útiles escolares y otras cosas materiales entregadas en fiestas o eventos especiales, en nuestro país. La República Dominicana.
Me indigna ver como grandes filas de ciudadanos de extractos humildes, hacen grandes colas para poder obtener cualquier efecto que la mayoría de veces o no les toca o no les sirve.
Me he preguntado miles de veces, quien o quienes tienen la culpa de que en nuestro país desde tiempo remotos transmitamos la cultura del “dado” de padres a hijos.
Nos toca analizar las diferentes esferas que intervienen en esta gran Red y debemos de iniciar con el Estado Dominicano que tiene la obligación de subsidiar las necesidades , de sus ciudadanos en caso de que este tenga carencias en varios aspecto , que formen parte de los derechos humanos que tiene cada individuo.
Debería el gobierno Dominicano contar con planes específicos para que su población tenga en su haber los servicios básicos de protección, con el objetivo de alcanzar una vida digna y en caso de no ser así, debería de formar un cuerpo especializado de entregas que sea entrenado durante todo el año y el cual sepa respetar la dignidad de los seres humanos que necesitan esta asistencia´.
Que decir de los grupos a quienes se le asignan estas reparticiones, quienes se apropian esta y las reparten a su antojo como si fuera un patrimonio propio de su jerarquía de gobernador, sindico, senador, diputado, regidor o compañero de partido y a veces presidente de junta de vecino o cualquier otra entidad comunitaria.
Cuando aprenderemos los dominican@s que eso que mal se entrega, es un derecho que nos asiste y que no es propiedad de ningún irresponsable que lo reparte sin supervisión, muchas veces para que no se le sea facturado las cantidades reales de entrega.
Porque no se entrega casas por casas con un registro supervisado por un equipo tripartito de personas serias, conformado por las iglesias, las juntas de vecinos, clubes deportivos o de madres.
Ya basta de hacer de nuestras fiestas, inicios de clase ,catástrofes u otros eventos, un circo donde siempre salen mal parados nuestros hijos de Machepa ,que aún no asimilan que esos impuestos que pagamos ,son los que nos dan derecho a tener una repartición equitativa del estado.
Cuantos organismos de Derechos Humanos que no conciencian a la población sobre sus derechos pero, también su deber de mantener un equilibrio económico sobre sus gastos ,una cultura de ahorro que les permita comprar sus útiles escolares, sus juguetes y su alimentación porque muchas veces es bien sabido que existen familias que en un año gastan el 75 por ciento de sus ingresos en bebidas y loterías y al final es muchas veces la mujer que debe de ir a pasar trabajo en esas filas endemoniadas por una fundita ,un juguete, un electrodoméstico que en la mayoría de veces no vale la pena y con un correcto plan de ahorro podríamos comprar algo de mejor calidad.
Dominicanos y dominicanas abramos los ojos de una vez y por todas eduquémonos ,planifiquémonos, para que mañana elijamos personas serias en nuestros gobierno y no nos veamos esclavizados por dádivas de funcionarios irrespetuosos que solo quieren lograr su continuidad en el tiempo no importa cuál sea este el partido político de donde venga..
Debería de caer todo el peso de la ley, frente a mercenarios que juegan con la dignidad de nuestros ciudadanos. Paremos ya la cultura del “Dao” y trabajemos por y para la patria que es trabajar por nosotros mismo y nuestros hijos.