Opinión

La educación y costumbres


Por: RICKY NOBOA

No podemos hablar de educar con el solo hecho de alfabetizar. La educación implica discernir en los conceptos ilustrados en el conocimiento; y en este sentido, es preocupante cómo se implementa la transculturización obviando la identidad del origen de nuestras costumbres, creando individuos que se identifican más con lo foráneo, que con lo que culturalmente nos diferencia. En nuestras efemérides patrias es una costumbre ver que el reconocimiento de su valor histórico no es valorado por nuestros adolescentes y jóvenes, en un sistema educativo que se deja permear por costumbres que no se corresponden a nuestros auténticos valores cívicos y culturales

El Día de la Constitución solo pasó como un día festivo, ya que muy pocos han leído nuestra “Ley de Leyes”, reguladora del ordenamiento jurídico de nuestro Estado, y la importancia de respetarla significa educarse en el entendimiento de sus fundamentos y no solo señalar el aniversario de su nacimiento, sino de lo que verdaderamente significa en nuestro avance institucional.

Es inconcebible que el natalicio del Prócer Juan Pablo Duarte no se conmemore con el brillo que emana desde su filosofía y desprendimiento patriótico. En cambio, los depredadores del patrimonio y legado que nos dejó, hoy son protagonistas de acciones impunes sin castigos ejemplarizantes. La educación alcanza su cometido cuando la responsabilidad señala el camino de los valores patrios, filtrando y desterrando los falsos paradigmas. Con la educación, interpretemos nuestro real valor e identidad para fortalecer nuestra cultura.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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