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La Fuerza del Pueblo ¿hemorragia indetenible?


Por: Venecia Joaquin

La recién formada organización política, La Fuerza del Pueblo, fue comparada con una hemorragia indetenible, por su fundador Leonel Fernández. “Hay una hemorragia política que se está produciendo y no hay torniquete que la pueda detener” expresó al resaltar la marcha caravana que encabezó por la Línea Noroeste del país. Como entiendo poco los que saben conceptualizar, investigué sobre lo que significa hemorragia.

“Hemorragia es la salida de sangre desde el aparato circulatorio, provocada por la rotura de vasos sanguíneos como venas, arterias, o capilares. Puede consistir en un simple sangrado de poca cantidad como el caso de una pequeña herida en la piel o de una gran pérdida de sangre que amenaza la vida”.  Me asusté.

Leonel era presidente del PLD; aspiraba a ser su candidato presidencial para la Presidencia de la República por cuarto periodo, pero no lo eligieron; enojado, rompió los vasos sanguíneos de esa organización y salió de ella. Quizás, pensó en producir una gran hemorragia, con miles de fanáticos tras él, pero fue sin   grandes consecuencias y detenida de inmediato.

“Usualmente, cuando usted sangra, su sangre forma coágulos para detener la hemorragia”; parece que eso sucedió en el PLD. Los seguidores de los principios de Bosch se convirtieron en coágulos e impidieron un sangrado severo, de los que pueden necesitar acudir a sala de emergencia. El PLD luce fuerte, unido, activo, enérgico, como hace años no lo veíamos.

Buscando el poder, Leonel parece fuera de sí.  En su nueva organización, intenta aglutinar opositores al gobierno, de este gobierno cuyas directrices ayudó a trazar y del que tanto se benefició; cuando habla de hemorragia indetenible en su organización, es como si alucinara con lo que creyó provocaría al cortar sus venas del PLD; pero no resultó.

Actualmente, los opositores al gobierno tienen en Leonel un aliado estupendo, pues conoce las debilidades, donde pellizcar y, además, luce aturdido. Me preocupa, Leonel. Debemos cuidarlo; de ser “hijo de machepa” llegó al Palacio Nacional; hizo poco por su clase, pues la cercanía con los “tutumpote” lo deslumbró. Desde la cima, su caída puede ser peligrosa, enviémosle una hemorragia que el torniquete no pueda detener.

Alguien debería despertarlo, sacar de su mente la obsesión de hemorragia que no logró del PLD cuando lo abandonó; que, en lugar de comparar la Fuerza del Pueblo con hemorragia, la compare con un río o manantial de agua fresca que baña campos y ciudades, refrescándolos, haciéndolos productivos; con manantial de alimentos, medicinas, fuentes de trabajo, educación, justicia social, seguridad, llevando esperanza a los pobres. Todas las hemorragias son peligrosas; pero los manantiales y ríos serenan el espíritu, desarrollando potencialidades.

Leonel necesita descansar, una hamaca en el hogar, mantenerse con perfil bajo por un tiempo, pensar en relevos, ser cauteloso con sus nuevos aliados, recordar que rectificar y pedir excusas son lecciones hermosas, de personas valientes, que desean dejar huellas positivas en la humanidad. Indiscutiblemente, Leonel necesita asesorías acordes al sentir, nivel cultural y necesidades del pueblo. ¡Dios mío, ayúdalo!!

 


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