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La idea de acabar con el filibusterismo en el Senado fue de Nixon y fue por una buena causa


La limitación a la maniobra de bloqueo parlamentario que puede ejercer la minoría que hoy quieren cambiar os republicanos para aprobar a Neil Gorusuch como magistrado del Supremo, fue algo que ya en 1957 planteó el entonces vicepresidente Richard Nixon, aunque entonces era por una causa de derechos civiles.

El fin del bloqueo en el Senado que ahora planean los republicanos para el nombramiento de Neil Gorsuch como magistrado de la Corte Suprema de Justicia tiene su origen intelectual en una opinión de Richard Nixon cuando era vicepresidente.

En los años 50, el llamado filibusterismo, la estrategia de mantener el debate para impedir una votación final mientras no haya una mayoría de 60 votos, era entonces la herramienta favorita de los demócratas sureños para impedir que se aprobara cualquier ley para garantizar la igualdad entre negros y blancos.

Así, el 3 de enero de 1957, en respuesta a una pregunta del senador demócrata de Minnesota Hubert Humphrey (y futuro candidato presidencial), Nixon dijo que el Senado podía cambiar con una mayoría simple sus reglas de funcionamiento para evitar el bloqueo “en cualquier momento” y defendió que, pese a la costumbre hasta entonces, la Constitución lo permitía.

La costumbre de dejar que cualquier senador hablara antes de una votación sin límite no estaba contemplada en la Constitución y tras el bloqueo sobre la participación de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial ya existía la regla que permitía cerrar un debate con 67 votos de los 100 del Senado.

La opinión de Nixon sería consideraba un par de décadas después para los cambios de reglas para limitar el debate como forma de bloqueo. Como efecto más inmediato de la posición del entonces vicepresidente y después presidente, los sureños usaron menos ese recurso por miedo a perderlo del todo.


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