Por: Carlos Benoit
“Ballard Partners” es el nombre de esta nueva empresa contratada por el gobierno dominicano y la misma está encabezada por un individuo norteamericano con muy turbio historial…”
Las recientes y actuales decisiones que está tomando el Gobierno de la República Dominicana lo único que evidencian es un desesperado estado de desasosiego ante la inminencia de un definitivo desenlace contra la impunidad y los inimaginables niveles de corrupción administrativa que han sepultado en el lodo del descrédito al actual gobernante Danilo Medina y al desprestigiado Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
La gran desesperación y el comportamiento completamente errático de la red de comunicadores al servicio de la mafia en nuestro país dejan entrever de forma inequívoca que ya el gobierno entiende los cambios de conciencia que han florecido entre los dominicanos de clases media y alta y la ciudadanía en general, lo que podría considerarse como la primera gran cosecha del avasallante y creciente movimiento cívico llamado Marcha Verde, cuyas acciones inteligentes, focalizadas y bien organizadas han puesto de rodillas a los principales protagonistas de la corrupción que han llevado el país al borde del colapso absoluto.
Como si no hubiesen sido más que suficientes los escándalos groseros que han sacudido de forma impredecible el actual ejercicio del poder a causa de los dudosos vínculos y sociedades con lobbystas o cabilderos internacionales vinculados a peligrosas mafias en Latinoamérica (tal como ha devenido el caso de la brasileña Odebrecht y los nexos directos del actual presidente dominicano con Joao Santana, su esposa Mónica Moura y Marcelo Odebrecht) y tras los grandes problemas que están esperando a la vuelta de la esquina para explotar debido a las acciones ilegales del ex presidente de Brasil Luiz Inacio Lula Da Silva como lobbysta de dicha firma constructora suramericana ahora se cierne un nuevo escándalo sobre Danilo Medina, tras el anuncio de la contratación de un nuevo lobbysta internacional. Esta vez radicado en Washington D. C., capital de EEUU.
Ballard Partners es el nombre de esta nueva empresa contratada por el gobierno dominicano y la misma está encabezada por Brian D. Ballard, un individuo norteamericano con muy turbio historial, que lo involucra en captación de capitales para financiar campañas políticas en distintos países del mundo, quien fundó esta empresa justo tras la victoria de Donald Trump, con oficinas en ocho ciudades.
De acuerdo a las informaciones de dicha empresa dedicada al lobbysmo económico y político dadas a conocer el pasado 4 de abril en un artículo de Theodoric Meyer se establece que el gobierno de Danilo Medina despilfarrará la friolera de nada menos que US$900,000 (novecientos mil dólares, más de 41 millones de pesos) en pagos mensuales de US$75,000 dólares para proporcionar los servicios de promoción relativos a las relaciones bilaterales entre EEUU y la República Dominicana. Así lo sostiene la declaración publicada por Megan Wilson sobre la firma de dicho acuerdo. Las actividades incluirán asesoramiento, consejería y asistencia en las comunicaciones con funcionarios del gobierno de EEUU.
La firma con este cabildero de la Florida y el elevado pago a dicha empresa se perfila como el nuevo escándalo que podría embarrar aún más el turbio manejo de las finanzas de los dominicanos, a quienes no podrá explicárseles que en los hospitales no existe algodón ni alcohol mientras su presidente pagará tres millones y medio de pesos al mes a una firma para hacer lobby con el gobierno de Donald Trump, con quien las relaciones comenzaron muy mal debido a los vídeos publicados por la actual vicepresidenta dominicana contra aquel gobernante durante la campaña presidencial estadounidense, las declaraciones altamente negativas del ex presidente Leonel Fernández contra la persona de Donald Trump y la copa que derramó el vaso de la paciencia norteamericana que fue el desafío soberbio de Danilo Medina a ex Embajador estadounidense James Brewster en torno a la corrupción y el narcotráfico.
Para causar más malestar entre los dominicanos que ven su dinero despilfarrado de manera impune se suma el desprecio mostrado por el gobierno de Danilo Medina hacia el Embajador dominicano en Washington José Tomás Pérez, quien queda muy mal parado ante la necesidad de contratar a una costosa firma lobbysta para realizar las funciones de mantener diáfanas las relaciones bilaterales de República Dominicana con EEUU.
Por: Carlos Benoit