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Los gobiernos del PLD, nos han devuelto al siglo XVIII


Por: Dirección de prensa PRM

La mayoría de las personas, 90% de ellas, se han llegado a despertar bañadas en sudor, presas del miedo y con el corazón latiendo aceleradamente debido a una pesadilla. A pesar de lo que pudiera pensarse, tal experiencia puede ser muy positiva, según lo refieren varios expertos.

Para la Asociación Estadounidense del Sueño, es posible que a través de las pesadillas el cerebro procese acontecimientos intensamente vividos. Hasta por estrés laboral, la gente puede soñar, por ejemplo, que la arrastra un maremoto.

Según los especialistas, las pesadillas ayudan a sobrellevar perturbaciones de la vida cotidiana.

“Las experiencias angustiosas se pueden rememorar durante el sueño adquiriendo un carácter dramático”, dice Juan Pareja Grande, jefe de la Unidad del Sueño del Hospital Universitario Quirónsalud de Madrid y del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo de España.

De día podemos reaccionar ante ciertos episodios de manera emocional, pero no de forma tan útil. Se puede, por ejemplo, sentir miedo por cosas que no representan amenaza alguna.

Los sueños ayudan a contrarrestar esas vinculaciones inútiles al entrelazar elementos aterradores con otros que no lo son, y la tendencia será a asustarse menos.

Es común que quien sufre una pesadilla no tenga conciencia de que está sumido en un sueño y, en consecuencia, su miedo aumentará. Sostiene Pareja Grande que la mayoría de las veces, las pesadillas no necesitan tratarse médicamente.

Fármacos y preocupaciones

Las pesadillas ocurren en las primeras tres horas del sueño. Si se duerme un promedio de ocho horas, pueden suceder a las dos horas y media de haberlo conciliado. Aunque son espontáneas, Pareja acota que además pueden deberse al estrés, la ansiedad y la ingesta de ciertos fármacos.

“Los medicamentos que causan con más frecuencia pesadillas son los destinados a tratar la hipertensión arterial”, señala.  Añade a la lista los psicofármacos, fármacos para patologías como el mal de Parkinson, neurodegenerativas y cardíacas.

También los parches o grageas para dejar el tabaquismo, así como las sustancias etílicas y los narcóticos para utilización recreacional.

¿Cómo prevenir las pesadillas?

Las personas que sufren pesadillas recurrentes pueden tratarse con especialistas médicos o con terapistas de la conducta. No bastan los hábitos de sueño. Por lo general, ocurren por trastornos mentales o insomnio, pero también por causas desconocidas.

La Asociación Estadounidense del Sueño afirma que las pesadillas crónicas se derivan, en su mayoría, de afecciones psicológicas e insiste en la necesidad de consultar a expertos en Psicología o terapeutas.

Por su parte, la Clínica Mayo de Estados Unidos apuesta por la terapia de ensayo en imaginación como tratamiento de alta eficacia en personas que sufren pesadillas por casos de estrés postraumático.

Según este método, el paciente modifica el final de la pesadilla apenas se ha despertado para que ya no sea aterrador. Mentalmente ensaya ese otro enfoque, lo que lo ayudará a restar la frecuencia de ese tipo de sueños.

 


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