Caracas.-El régimen de Nicolás Maduro ha perdido credibilidad en el mercado internacional para reestructurar y refinanciar la deuda externa, pese a que este viernes la compañía estatalPetróleos de Venezuela (Pdvsa) pagó 1.169 millones de dólares (1.007 millones de euros) con retraso por el vencimiento del bono correspondiente a 2017.
Aunque el riesgo de «default» o suspensión de pagos se alejó momentáneamente, según los economistas, existen dudas sobre los futuros pagos de casi 9.000 millones de dólares (7.758 millones de euros), que vencen en 2018, lo que ha impulsado a Maduro a solicitar la reestructuración de la deuda.
El nerviosismo de los inversores que temían que el Gobierno venezolano se declarara en suspensión de pagos se aplacó un tanto al ver que Pdvsa cumplió con la amortización de 842 millones de dólares (725 millones de euros) del bono 2020.
La liquidación tuvo una demora de cuatro días para recibir en sus cuentas el efectivo que Pdvsa giró el viernes al banco JPMorgan con el objetivo de cumplir sin dilación el pago del capital y evitar así un incumplimiento.
No obstante la tranquilizante noticia del pago, Julio Borges, presidente del Parlamento venezolano, dijo que el anuncio sobre la reestructuración de la deuda es un fracaso porque «nadie confía en el régimen de Maduro».
Maduro también ha llamado traidor a Borges, por lo que el presidente del Parlamento replicó que «traidor es Maduro que endeudó de manera irresponsable a Venezuela y hoy nos está matando de hambre (…) Maduro no podrá reestructurar la deuda porque nadie en el mundo confía en su Gobierno», escribió en su cuenta de Twitter.
Borges añadió: «Debemos 120.000 millones de dólares aproximadamente. ¿Dónde está esa plata ¿Alguien lo ve? ¡Se lo robaron! Lo que se ve es hambre, miseria, muertes, destrucción de la industria nacional». También subrayó que Maduro «mantiene un boicot sobre el pueblo al prohibir la apertura de un canal humanitario».
Por su lado, Henry Ramos Allup, secretario general del partido Acción Democrática (AD), comentó que la refinanciación de la deuda externa anunciada por Maduro «refleja la poca liquidez del Gobierno» porque no tiene cómo pagar la deuda. «El refinanciamiento depende del propio crédito y de la credibilidad que se tenga en los mercados financieros internacionales y ante los acreedores que se tengan para refinanciar», indicó el ex presidente del Parlamento.
Ramos apuntó que esa refinanciación comienza en un momento en que Venezuela sufre una bajada de producción y precios del petróleo, y está sometida a sanciones financieras por parte de EEUU. Además, señaló que el pago de la deuda no permite que se compren medicamentos y alimentos necesarios para la nación.
