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¿El mudo Medina habló o lo hicieron hablar…?


Por el periodista Salvador Holguín

Hilando Fino

Los que conocemos bien al licenciado Danilo Medina Sánchez desde antes de llegar a la presidencia de la República sabemos que era un ser humano extremadamente humilde, sencillo, ecuánime, solidario y buen amigo, claro eso fue hasta que llegó a la jefatura de la nación, a partir de ahí estamos observando a un hombre totalmente diferente al que conocíamos en el 2007 cuando lo aplastó el estado y al del 2012 cuando quería llegar al poder, que se nos vendía como un “santico” afirmando que el demonio, o sea el malo, no era él sino el otro, a pesar de que pertenecían al mismo Partido de la Liberación Dominicana (PLD), sólo teníamos que esperar el tiempo para saber lo que era capaz de hacer con este país, con sus propios compañeros y amigos que dieron el todo por el todo para que llegara a la casa presidencial a dirigir el país.

Hay una frase muy popular que dice: “Si quieres conocer a Danilito dale un carguito”, perdón me confundí, es: “Si quieres conocer a Juanito dale un carguito”, traemos a colación esta expresión porque se usa mucho en mi pueblo de Dajabón y en la Línea Noroeste, refiriéndose a aquellas personas que cambian radicalmente su forma de ser cuando ascienden socialmente,  en lo económico o profesional. Es justamente lo que ha pasado con el licenciado Danilo Medina, se transformó totalmente, Dani, como le decimos de cariño los que le tratamos mucho antes de colocarse la banda presidencial, ahora lo vemos y no lo conocemos, el licenciado se ha puesto arrogante, prepotente, radical, insensible y despiadado, desarrollando un perfil muy parecido al del dictador Rafael Leónidas Trujillo y el Dr. Joaquín Balaguer, aunque con estilos diferentes, Danilo ha perdido cosas tan lindas y esenciales en el ser humano como son: lealtad, gratitud y solidaridad con los demás, gesto determinante en un líder político más en un país como el nuestro.

Danilo Medina desde que se instaló en el casa presidencial viene faltándole el respeto y defecando en el pueblo dominicano que lo eligió, sin importar que sean del partido morado, blanco, rojo, azul, de la sociedad civil o del empresariado decoroso comprometido con la nación, el mandatario se muestra indiferente ante ellos, no le presta atención a sus reclamos, habla al país cuando le da la gana, maltrata a la prensa nacional en especial a los periodista que no son vocingleros de su gobierno, se la pone difícil a los empresarios que no son títeres de él con los impuestos y si le deben en el estado no le pagan, y para lograrlo hay que dejar en la institución que le adeuda un 40% y 50% de comisión por gestión de pago, en sentido general el gobierno que realiza Danilo es fallido y representa una descomposición de la sociedad, del estado y una desconsideración a los hombres y mujeres decentes de esta patria.

El presidente Danilo Medina ha cometido el error de estar haciendo obras que los dominicanos no le hemos pedido, sino más bien que son proyectos caprichos de él y sus lacayos funcionarios que le acompañan en el tren gubernamental, que sólo están pensando en cuanto se van a ganar en comisiones por contratas otorgadas a los ingenieros socios, aliados y en muchos casos empleados de ellos, ejemplo de eso es la termoeléctrica de Punta Catalina que sin importar que lo llevara a un callejón sin salida como le está pasando ahora, la iniciaron por encima de todo un pueblo que la cuestionaba. Ese modelo de gobierno le está causando rechazo en la mayoría de la población, muestra de eso fue lo que le pasó en el Cibao esta semana que recién concluye, que no estaba en la agenda para que el presidente Medina hablara durante la inauguración de una escuela en Santiago, pero ante el reclamo del cura Benito Cruz Lantigua exigiéndole la construcción de otras obras que si son de gran necesidad para los residentes de esa demarcación, el gobernante pidió a los presentes sentarse para escuchar su respuesta; por cierto, nada convincente para los ciudadanos que se encontraban en esa marginada comunidad de Los Salados ni mucho menos para el párroco Benito.

Lo que estamos sufriendo los dominicanos es la ineptitud, indolencia y desconexión de un gobernante que perdió su norte como jefe de Estado, ha perdido de vista que su deber es gobernar para todos no sólo a su grupito selecto, usted está desconectado de la sociedad que le toca dirigir, la que lo llevo ahí para que administrara y dirigiera las cosas públicas de forma equitativa, pulcra, transparente y que se comportara como un guardián del patrimonio de la nación, pero ha sido todo lo contrario, se ha hecho acompañar de un grupo de empresarios pillos, que están saqueando las instituciones que dirigen, así no presidente, no fue para eso que lo elegimos en el 12 y lo reelegimos en el 16.


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