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#OPINIÓN: Covid, ARS, Clínicas y pagares


Por: Julián Padilla

El marketing salvaje es un concepto que se aplica a los abusos que se dan
muchas veces cuando los oferentes tienen posiciones de dominio y
prácticamente hacen lo que le viene en gana en un mercado y con el
consumidor, sobre todo en cuanto a calidad, garantías, precios y servicios.
El poder que había pasado a manos del consumidor por la diversidad de la
oferta en algunos casos recorre un camino inverso donde esa posición de
dominio prácticamente esclaviza a los que por necesidad tienen que
consumir y comprar al único que produce y ofrece esos bienes y servicios.
Esta situación se está verificando con el servicio hospitalario y de las
clínicas privadas en el país. Porque todo se ha centralizado en una
posición de dominio: el monopolio de las ARS.
Familias enteras deben olvidarse de todos sus esfuerzos, ahorros,
hipotecar casa, propiedades, negocios, para salvar la vida de una sola
persona.

Porque el negocio salvaje de la medicina en la República Dominicana a
veces ni te quiere entregar el muerto, luego de tenerlos entubados y vivos
artificialmente, quince días, un mes y luego declararlos muertos como
consecuencia del covid o de cualquier otra enfermedad. Esta barbarie
tiene tiempo ocurriendo en el país y no solo ahora por la pandemia.
Aquí estamos jugando en un terreno muy inestable. Nos vamos por las
ramas pretendiendo que ganamos rating con los aumentos de los salarios
mínimos o con la aprobación de una ley para que los colegios no cobren la
reinscripción del los niños. Como si volver a clases fuese más importante
que la vida de las personas.

Y nos olvidamos que las vidas de las personas son más significativas. Y si
algo puede hacer el gobierno dominicano, con un pueblo noble que ha
sabido no violentarse a pesar de tener décadas con LADRONES VULGARES,
funcionarios de turno, legisladores de turno, BANDIDOS UN MONTON DE
ELLOS, INCLUYE LOS DEPREDADORES Y OPORTUNISTAS AL ACECHO, para
entonces permitir que una familia pierda todo, porque no puede ser
atendido, porque no tiene dinero, y si es atendido, tiene que firmar un
pagaré, un acuerdo de pago, que no se sabe cómo va a pagar.
Y coger esa casita o ese apartamento que pago por 20 años y venderlo o
hipotecarlo. Para poder honrar con el pago aún si la gente fallece.
Y podríamos preguntarnos: ¿para que existe el seguro?. ¿para qué sirven
los estados de emergencia si no se pueden afectar esos intereses, pués
son los dueños de la vidas del país y de la nación? Pero si podemos afectar
las vidas de las grandes mayorías.
Por eso se podría lanzar junto a una cacerola un grito de guerra: que viva
el teteo!.

¿Para qué sirven entonces los planes de pensiones?. ¿para robárselos?.
Si no se puede hacer nada con esta cultura mafiosa, en este sentido si creo
que hay que darles a las personas no el 30% sino el 100% acumulado.
Sobre todo, en el caso de que un familiar suyo se vea en una situación
donde tenga que pagar a una clínica 2 o 3 millones de pesos por ser
atendidos en una unidad de cuidados intensivos.
Con el dinero que los políticos se han ROBADO de las Arcas del Estado, se
podría tener un resguardo para cada dominicano de al menos 5 millones
de pesos. Por lo que no se justifica que la gente muera porque no tiene
con qué pagar la clínica.

Pero algo que nadie cuestiona, porque solo es un tema entendible por los
nuevos semidioses. ¿Se estará practicando la medicina con ética? ¿Se
estarán retardando los procesos para poder facturar millones en cada
caso? ¿Quién garantiza que no se está abusando de la población con estas
prácticas de negocios mercenarios?, ¿o es que este sector si somos
suizos?.
La principal responsabilidad que tiene el gobierno dominicano es la de
prevenir la infección del covid (y no basta con la vacunación) y por otro
lado impedir que se pierdan vidas y que las personas pierdan sus
propiedades gracias a la medicina salvaje que se practica en la República
Dominicana.

Las reglas de juego están ahí. La seguridad social ha sido un fiasco y un
engaño para todo el mundo menos para las ARS, por eso nadie las desea.
A pesar de las reglas las ARS no pagan a las clínicas y tampoco a los
médicos son atendidos debidamente a pesar de sus riesgos diarios.
Las ARS les deben a las clínicas millones de pesos y nos los pagan. Aun así
las clínicas han mantenido el servicio y la dedicación de sus médicos e
instalaciones.
Lo peor de todo es que en cada conflicto entre estos actores, quien pierde
por deducción matemática es el afiliado, quien debería ser la razón de ser
de la seguridad social.
Parece que tendrá que morir alguien que aunque tiene el mismo destino
en su proceso digestivo, ocupe alguna posición de importancia, para que
entonces esto comience a resolverse.

O que en lugar de hacer marchas para pedir se quite un toque de queda,
lo haga el país completo para acabar con el relajo y el abuso de las ARS.
No sé que está faltando en el país, si los plátanos de Jean Alain o los
cojones que hombres y mujeres que ya cansados estén dispuestos a
arriesgarlo todo.
Es igual que la actitud que puede verse totalmente fuera de contexto,
como si viviéramos en una economía abundante, como si la prosperidad
fuera una característica fuerte en las grandes mayorías nacionales.

Y entonces cerramos tarantines y le quitamos la posibilidad de llevar el
pan a mucha gente, pues es más importante la imagen de una ciudad que
muere cada día, que la vida de las personas y su sobrevivencia.
Pero para colmo y equilibrar la balanza, (y seguramente sin esa intención)
desbaratamos con los pies lo que venimos logrando con las manos.
Cada vez nos confiamos, flexibilizamos y como adictos volvemos a caer. El
perro vuelve a su vomito dice la biblia. Y cada vez una nueva ola y por ahí
viene zumbando la Cuarta Ola con todo y Delta.

Y peor aún, nos irrespetamos a nosotros mismos e irrespetamos a la
ciudadanía. ¿Cómo?: Recibiendo vuelos y buques (y qué bueno que venga
el turismo), pero permitimos que los turistas ingresen al país sin
mascarillas, tal cual se vió en la publicación que hace la policía nacional en
el día de hoy. Donde no guardamos ni las apariencias.
Queremos combatir el covid, pero solo le hacemos pruebas a un 15%
teórico a los que vienen y la gente no usa mascarilla.
Y se sabe que andan distintas variantes acabando con el mundo: la delta,
la delta plus, la Exilon, la IOTO y la OMS anuncia que vendrán otras peores.
Pero en nuestro barco caben todos. De aquí saldrá la variante Platano
Power o la variante Ñame.

Abrimos la frontera por razones humanitarias (hacer dinero) y nos
olvidamos del tema de seguridad nacional, y de crisis política y de la
penetración posible de criminales y enfermos con covid.

Pero, ¿Eso qué importa si hacemos dinero?. Total mientras más gente se
infecta más nos inmunizamos: que crueldad y abuso de poder.
Por lo visto, como es más importante que cada dirección o ministerio
demuestre que hace su trabajo, ¿así mismo vendrán las expropiaciones
cuando las personas no puedan pagar sus impuestos o contribuciones?.
Si la gente que se ve afectada de verdad con esta peste y tiene que vender
o empeñarlo todo, ¿con que va a pagar?.

La emergencia nacional es mucho más que tener restricciones para
minimizar el contagio. Es una verdadera emergencia nacional. No solo la
gente muere sino que mueren sus finanzas y mueren muchos sueños.
¿Queremos regular precios?. Y lo queremos hacer para mejorar la calidad
de vida de la gente: Entonces regulemos el ejercicio de la medicina
mientras dure la pandemia.

No permitamos que la gente tenga que dejar de existir, para solo rendir
beneficios a sus principales verdugos: las ARS y las AFP.
Aprovechemos el tiempo que aún tenemos patria y aún tenemos un
pueblo noble que confía en esta gestión y que espera el mejor trato de sus
gobernantes.

Demos pasos firmes en estos temas que son los que importan, pues
impactan no la imagen de los funcionarios, sino la vida que es la esencia
de la persona misma.


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