NoticiasOpinión

#OPINIÓN: Percepción Social del Efecto Halo y sus Praxis Nocivas Atávicas


Por: Domingo Martínez Mateo

Es bien sabido, que los seres humanos, tenemos la costumbre de emitir juicios de valores erróneamente en detrimento de las personas, ¿Por qué decimos esto?, porque si vemos una persona, tatuada, mal oliente, cabizbaja u otra característica, inmediatamente pensamos cosas, que muchas veces ni se asemejan a la personalidad real de ese ser humano, precisamente de eso se trata el efecto halo, el cual consiste en sacar conclusiones sin contar con suficientes premisas al respecto, para así poder hacer objetivamente un verdadero juicio de valor.

Pero tendemos a ser todólogo, médico, psicólogo, astrólogo, economista, abogado, en fin; queremos adentrarnos en áreas que ni siquiera sabemos conceptualizar y con una pobre cultura general, usted que está leyendo estas líneas, sabes a que nos estamos refiriendo, que el efecto halo es aplicado desde las diferentes esferas sociales, lo vemos en el sistema de justicia penal, político, público, privado, entre otros tantos, que, si los mencionamos aquí, no nos daría el tiempo para plasmarlos.

Por ejemplo; el ministerio público sin hacer las correspondientes diligencias preliminares, incumpliendo con la objetividad y alcance en su investigación, porque todos sabemos que mayormente primero lo apresan y después supuestamente investigan, emite juicios de valores muy garrafales en contra de una persona, muchas veces solo movido por argumentaciones jurídicas subjetivas, sin tener medios de pruebas suficientes del proceso inicial, entonces de forma malsana, procede a solicitarle prisión preventiva. Ese Juzgador, utilizando su íntima convicción, acepta la solicitud del ministerio público de medida de coerción, consistente en prisión preventiva, imponiendo una de las medidas más gravosa, que dicen los doctrinarios en la materia, que es la última ratio; y que más decir del efecto halo; si vemos a un niño bonito, decimos que es inteligente, si  un  empleado falta a sus labores, es incumplidor, a un policía cometiendo cualquier acto contrario a su función, no queremos saber de policías, si en República Dominicana, se toma mucho alcohol, pues todos los dominicanos somos alcohólicos.

Si un abogado; anda bien trajeado, perfumado y montado, decimos ese abogado es de prestigio social y es bueno en lo suyo, si conocemos a un familiar de un dictador, hijos de antisociales, decimos que también lo serán. Simplemente son suposiciones mentales, porque los estudiosos de la conducta, dicen que las mismas son aprendidas, no hereditarias; que temperamentos más carácter define nuestra personalidad, con los temperamentos nacemos, pero el carácter lo forjamos en el medio donde crecemos y nos desarrollamos, solo pongo de ejemplo la película doble impacto de Jean-Claude Van Damme, los gemelos nacieron juntos, pero al final tuvieron personalidad heterogénea.

Vemos, como un caso particular, con una primera impresión, lo estigmatizamos de forma generalizada, si nuestra pareja nos fue infiel, decimos no creemos en hombres ni en mujeres, si un hombre se suicida por una mujer o a la inversa, que fue un tonto o tonta; nosotros caemos a diarios en errores, porque sacamos conclusiones sin conocer el meollo del asunto y eso se ve en todo nuestro ámbito social.

Decimos; hay que matar a todos los ladrones, pero si guardamos una afinidad familiar con ese supuesto ladrón, pues estoy casi seguro, sin temor a equivocarme, que no diríamos eso, querido lector, es preciso que si hacemos esto, vayamos dejando esa mala práctica, cambiando nuestra forma de pensar, sentir y actuar, para ir dejando esos prejuicios nocivos, acompañada de esa cultura atávica que prevalece hasta nuestros días en diferentes sociedades, como la nuestra.

Polímata y Divulgador Científico Dominicano

  • Contactos: 809-956-3173
  • E-mail: domingomartinez1979@gmail.com

Botón volver arriba