Roma.-El papa Francisco conversó este jueves con los seis tripulantes de la Estación Espacial Internacional sobre el lugar del Hombre en el universo y sobre cómo es vivir «sin un arriba ni un abajo», dijo.
«La astronomía genera muchas interrogantes, de dónde venimos, a dónde vamos», comentó el papa al iniciar un inusual diálogo desde el Vaticano con los astronautas, durante el cual le preguntó al italiano Paolo Nespoli: «¿Cuál es su pensamiento sobre el Hombre en el universo?», cómo es vivir «sin un arriba ni un abajo».
Se trataba de la segunda vez que un pontífice se comunica con el espacio, ya que anteriormente lo había hecho Benedicto XVI, en mayo de 2011.
«Buenos días o buenas tardes, no sé, porque cuando estás en el espacio nunca se sabe», comenzó Francisco, sentado en una sala del Vaticano conectada vía satélite con los seis astronautas.
Nespoli, que se encontraba en el laboratorio orbital junto con tres astronautas estadounidenses y dos rusos, confesó que se trataba de temas complejos y que lo que siente como simple ingeniero es que tenemos pocos conocimientos frente a un universo tan inmenso.
Si bien el papa es conocido por realizar llamadas inesperadas, esta duró unos 20 minutos, se dio en italiano y fue transmitida por el Centro Televisivo Vaticano.
Durante la comunicación el papa les preguntó también sobre lo que les genera más felicidad en el espacio.
«Ver la tierra con los ojos de Dios», comentó el comandante de la misión, el estadounidense Randolph Bresnik, al describir la belleza de «un universo sin fronteras, en paz y sereno», reconoció. «Nos damos cuenta de lo frágiles que somos», confesó.
Francisco, sentado ante un simple escritorio frente a una pantalla de televisión, citó un verso de Dante de la Divina Comedia para hablar de la fuerza del amor que mueve el universo.
«Nosotros aquí somos un ejemplo para la humanidad», comentó el otro astronauta estadounidense, Joseph Acaba, al mencionar la convivencia pacífica entre personas de varias nacionalidades y profesiones en la estación espacial.
Por turno, la tripulación respondió a los interrogantes papales pese a un problema técnico que interrumpió temporalmente la entrevista y por la falta de un traductor ruso.
Sobre la sensación de no tener un punto de referencia, un arriba o un abajo, Acaba confesó que ha tenido que crear su propio microcosmo, con un sistema muy personal.
«Eso es algo típico del ser humano, la capacidad de decidir. Me parece interesante porque va a las raíces de lo humano», comentó el pontífice. «Me gustaría que personas como usted, teólogos, filósofos, poetas, escritores, vinieran al espacio para explorar lo que significa ser un ser humano en el espacio», reconoció Nespoli, mientras Francisco asentía y sonreía.
Al término de la conexión, el italiano, que hizo las veces de traductor, agradeció al papa argentino por sus preguntas: «Le agradezco por habernos elevado, por habernos sacado de la vida cotidiana mecánica, para hacernos pensar en algo más grande que nosotros mismos», resumió.