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Rosa Abel Lora, una mujer, una madre luchadora y valiente que pide justicia


Por: Fernando Peña

“Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo”, Es una frase maravillosa del revolucionario, humanista Ernesto Che Guevara, que me golpea la mente llena de actualidad en la situación de la señora Rosa Abel Lora.

Casualmente, me entere del trama y calvario de esta señora al leer un twiete del investigador Ángel Martínez, hurgué en el caso, busque datos, investigué y quede perplejo, quería equivocarme, pero no, era real, y pensé, como esta mujer ha resistido tanto.

¿Dónde están las organizaciones feministas, la que luchan a favor de los derechos y equidad de género?

¿Por qué han dejado sola a esta mujer luchadora, valiente, fuerte?

Aún están a tiempo, ella solo pide y necesita justicia para paliar mínimamente su dolor.

Dolor que se lo ha causado un hombre abusador, con poder e influencia. Y un sistema de justicia y político cómplice.

Y unos empresarios del exclusivo sector de Casa de Campo, que se involucraron en este atropello, en este despojo de la propiedad de Rosa Abel Lora.

Ella y sus hijos, son quienes han tenido que luchar y sufrir, mientras los culpables, los propietarios de Casa de Campo, el ex esposo y senador del PLD, Heinz Vieluf, con todo su dinero, poder e influencia se burla no solo de ella, sino de la sociedad dominicana toda.

Rosa Abel Lora, es dominicana, ciudadana americana, y ese “exclusivo” complejo turístico, representado por la empresa Costasur Dominicana, S. A., en contubernio con su ex esposo y  actual senador del congreso dominicano, “constituidos en asociación de malhechores” falsificaron las firmas de los ejecutivos de la Asociación Mocana de Ahorros y Préstamos, así como la de un abogado notario, con el objetivo de despojar de una villa de su propiedad, a la señora.

Gracias a Dios, al parecer todo no está perdido, Rosa Abel Lora, logró grabar a su favor una hipoteca judicial en contra de la parcela No.84-REF-321, del DC 2.5, con más de 8 millones de metros cuadrados, en donde opera el exclusivo complejo Casa de Campo, propiedad de Costasur Dominicana, S. A, por 23 millones de pesos.

La referida hipoteca tiene su origen en la sentencia No.335-2017-SRES-00007, de fecha 3 de enero del año 2017, inscrita en el Registro de Título el 24 de febrero de este mismo año.

Como es sabido, esto provoca que hasta tanto sea redimido dicho gravamen a la acreedora hipotecaria, Casa de Campo no podrá realizar ninguna operación de venta.

Y quedan en un limbo todo aquel que se aventure a realizar operaciones de esa naturaleza con un inmueble que en los siguientes días pudiera ser embargado y subastado.

Pero lo más grave esto es que, esta acción judicial, esta hipoteca judicial y el embargo a las propiedades y bienes de Casa de Campo pone en peligro a todas las personas que poseen villas en el exclusivo complejo.

Con todo su derecho la ciudadana americana Rosa Abel Lora amparada en su certificado de título de propiedad a embargado los casi 9 millones de metros cuadrados grabados en hipotecas y puede proceder a venderlos en pública subasta.

En verdad ante el abuso y despojo de su propiedad, en un caso tan grave de estafa, en donde se incurre en falsificación de firmas de empresas bancarias y de un notario, uno se pregunta cómo es posible que los autores no estén tras las rejas.

Por acciones como esta es que se pone en cuestionamiento a la justicia dominicano y los partidos y políticos están tan desacreditados y lejos de las proximidades de los ciudadanos.

En este caso está reflejada la impunidad, la corrupción y los hilos de poder.

Llevando durante años la señora Rosa Abel Lora un viacrucis que involucra a su ex esposo el senador Heinz Vieluf, (PLD) donde falsificaron las firmas de los ejecutivos de la Asociación Mocana de Ahorros y Préstamos, así como la de un abogado notario, con el objetivo de despojarla de una villa de su propiedad en Casa de Campo.

Después de observar, de estudiar este caso, he llegado a la conclusión que este senador y los cómplices de Casa de Campo, los complicas de la justicia, del poder político, han coloca sus propias miserias con psicopatía, perversidad, maquiavelismo, premeditación y alevosía, contra una dama, una mujer, una madre que solo ha pedido justicia.


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