Santo Domingo.- Mientras directivos y empleados celebraban el 61 aniversario de la fundación del Ministerio de Salud Pública, decenas de personas se congregaban frente a la institución para exigir la solución a la crisis hospitalaria que afecta al país, que en apenas cuatro días cobró la vida de diecisiete recién nacidos.
Representantes de grupos sociales, agrupados en la Alianza por el Derecho a la Salud (Adesa) ocuparon la parte frontal del Ministerio reclamando la terminación de los 56 hospitales intervenidos simultáneamente en distintos puntos del país y la asignación del 5% del producto Interno Bruto (PIB) para evitar que las personas que acuden a los hospitales públicos continúen muriendo de enfermedades prevenibles.
La vocera del colectivo, Alba Reyes, aseguró que el sistema nacional de salud atraviesa por una crisis estructural que lo mantiene en estado de emergencia, debido a la falta de equipos, medicamentos, material gastable y un personal médico comprometido con la ciudadanía.
Reyes se quejó de que los hospitales fueran intervenidos de manera dilatada, “irresponsable” y sin planificación previa agravando la situación de la población más pobre que demanda servicios de salud en estos establecimientos.
“Lo que acaba de pasar en la maternidad Nuestra Señora de la Altagracia es el mejor ejemplo de lo que estamos denunciando”, dijo.
El presidente del Movimiento Patria para Todos, Fulgencio Severino, agregó que el único camino de la población y el Colegio Médico Dominicano es lanzarse a las calles a protestar para defender el derecho a la salud.
En tanto, el pastor Pablo Ureña, quien se encadenó el mes pasado frente al hospital regional Infantil Arturo Grullón de Santiago, deploró que en el centro que presta servicio a la población de catorce provincias de la región Norte no haya un tomógrafo, ni un quirófano, provocando la muerte de varios niños al no ser operados a tiempo.
