Donald Trump dejó este miércoles de lado la cautela militar que aconseja no hacer predicciones sobre la duración de una guerra ante el temor de que las palabras persigan al presidente de Estados Unidos y lo atrapen en conflictos sin fin. “Será una lucha más corta de lo que mucha gente está pensando. Creedme. Hemos dado tremendos pasos”, dijo Trump sobre su estrategia contra el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) tras reunirse en la Casa Blanca con el rey Abdalá II de Jordania, uno de los principales aliados de Washington en Oriente Próximo.
Tras sus dos primeros meses en la Casa Blanca, Trump todavía no ha revelado su hoja de ruta contra el ISIS en Irak y Siria, ni ha aumentado considerablemente el número de militares estadounidenses desplegados en el área, pero ha dado más libertad al Ejército y a la CIA para tomar decisiones sin necesidad de ser aprobadas antes por la Casa Blanca.
La cautela de Barack Obama y su llamada microgestión de cualquier asunto de Seguridad Nacional parecen ser cosa del pasado. Eso ha llevado a un incremento del número de bombardeos contra el ISIS, pero también del número de presuntas muertes de civiles, como sucedió recientemente en Mosul.
Trump, que como candidato electoral prometió atacar sin piedad al ISIS, trata de proyectar ahora una imagen de contundencia contra el yihadismo. En la rueda de prensa con el rey jordano, el republicano aseguró que, en sus recientes reuniones con los jefes de Estado de Irak y Egipto, estos le comunicaron que Estados Unidos “ha hecho más en las últimas seis semanas que durante años con la anterior Administración”. “Vamos a seguir así”, prometió. “Vamos a defendernos del ISIS y protegeremos la civilización. No tenemos elección”.
El presidente elogió el papel de Jordania en la campaña contra el ISIS y se mostró dispuesto a trabajar con cualquier país implicado, en una posible alusión a Rusia, que bombardea a los yihadistas en Siria pero que apoya al mismo tiempo al régimen de Bachar el Asad. Trump también amenazó con tomar represalias contra las milicias apoyadas por Irán que luchan contra el ISIS en Irak y Siria.
Elogios de Abdalá
Abdalá, por su parte, se deshizo en elogios hacia Trump. “El tuyo es un mensaje de paz”, dijo. El rey jordano se mostró esperanzado y prometió apoyar la estrategia de EE UU de involucrar a países árabes en la búsqueda de un proceso de paz entre Israel y Palestina. Rompiendo con el consenso de Washington en las últimas décadas, Trump dijo en febrero que en la resolución del conflicto podría aceptar una solución que no implicase la creación de dos Estados.
El rey jordano confió en que Trump logre desencallar el polvorín sirio, que dijo es un reflejo del “fracaso” de la diplomacia. Y defendió que la comunidad internacional comparta más esfuerzos con EE UU, como reclama el presidente norteamericano.