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Un debate de ideas sin debate


Por: Evaristy Jiménez

Sin lugar a dudas, un elemento importante en su momento y ahora más que nunca es el debate de ideas de temas importantes para los ciudadanos de un país para saber quién es más pertinente entre sus posibles inquilinos de los espacios del ejercicio del poder político en nuestros países.

Para nadie es un secreto que esté tipo de posibilidad también nació en la cuna del sistema presidencialista que es Estados Unidos, pero al decir verdad muchos de los temas más relevantes en realidad son importantes ¿…?; vemos el aborto como un tema de discusión en todas las agendas de opinión pública del globo, pero cuando vamos al dato y a verificación de ese problema no hay ninguna evidencia de la problemática en cuanto a casos de médicos que han realizado abortos sin necesidad y en los casos de violación y peligro de la madre son tan poco claros que en realidad no entiendo porque tanto morbo con un tema natural de hacer lo que las circunstancias demanden y si el problema es de población entonces lo que se debe es discutir la concepción y no la natalidad.

Otro tema del debate es la cuestión económica, que sí es un tema importante abordar con la realidad del tema para el Estado y para los ciudadanos y empresas que crean riquezas y luego de la distribución de la misma y el costo marginal para todos los que producen esa riqueza que la quieren ver reflejada en una más justa sociedad, pero en verdad discutimos a profundidad en debates, foros, coloquios, entrevistas u otros espacios de discusión… Sería bueno verificar esos detalles.

Desde el debate de Clinton y Busch (década de los 90), la calidad en el debate viene en declive y el debate del pasado 10 de septiembre (24) es la mejor respuesta a eso. El debate es pobre en todos los órdenes y el insulto desde «es la economía estúpida» hasta el problema de genotipo y fenotipo o el insulto por parte y parte como algo natural, además de que tenemos que observar que, desde el primer debate a escala global de Kennedy y Nixon, la distancia entre el candidato y sus posibles votantes es más que evidente que están completamente divorciados. El objetivo es el espectáculo, más que el razonamiento y la respuesta a problemas estructurales de las sociedades.

Más que un empate técnico entre Trump y Kamala, ¿tuvimos realmente un debate sobre los problemas de Estados Unidos domésticos y sobre las implicaciones de un Estado que además es el más influyente en la política internacional? Donde sus implicaciones son mayores que al propio impacto local de sus electores, en estas elecciones, más que la de elegir quien va a controlar las políticas públicas de una nación, está en juego el futuro de un sistema y de un orden global que impera con más fuerza posterior a la segunda guerra mundial y que es posible que los problemas internos afecten tanto a esta nación como en su momento lo hicieron con otros imperios.

El mundo occidental depende en estos momentos de lo que una población que consta con mucho menos de cien millones de habitantes que están en 15 estados y que en realidad la disputa está en solo 8 que pueden inclinar la balanza, que de hecho está inclinada en favor de solo dos posibilidades de las que están en el balotaje y que su apoyo pondrá en la Casa Blanca a quien tendrá que llevar la voz contante en los conflictos más complejos que se viven después de la creación de la ONU y sobre todo el juego que cambia el antes y después de nuestra especie que es la Inteligencia Artificial (IA).

Tenemos realidades que no se pueden ocultar la democracia y occidente se enfrenta a las dictaduras de partidos y el enfrentamiento de monopolios, de un nuevo orden sistémico y sobre todo a las dos grandes religiones del mundo; Cristianismo e Islamismo, dónde muchas de estas cosas están entre mezcladas de una manera muy complejas y dónde el poder real no sabemos en manos de quien descansa, los super poderosos no dan la cara se esconde detrás de todos estos espejos invisible y ponen el debate sin debate como la cortina mejor diseñada para que todos realmente no estén al tanto de verdad en términos de las políticas que pueden ir o deberían ir en favor de los ciudadanos de nuestro mundo global que  solo para lo que se quiere que sea global lo es, para lo otro tendremos tiempo.


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