Noticias

¿Una elección o una decepción?


Por:  Manuel Valdez

Una elección. Es la oportunidad que tiene una persona de ejercitar su libre albedrío. O sea, la libre determinación de expresar su voluntad a favor o en contra de algo, o de alguien.

Una decepción. Es aquella emoción inversa que se produce cuando la expectativa creada sobre algo, o alguien, se desvanece al ser confrontada con la realidad.

Un proceso electoral que convoca a las urnas a los ciudadanos, ha de considerarse como una feria de sabiduría donde los mejores exponentes sociales plantean su visión de las cosas y se ponen a la disposición de los electores para que juntos hagan más fuerte el interés nacional y el compromiso con el bien común.

El día señalado a los ciudadanos para ir a las urnas a unas elecciones libres y patrióticas, debería perdurar en la conciencia colectiva como un día en que se encienden las luces y se les da a los pueblos la oportunidad de empoderarse de la construcción de su mejor destino.

Las elecciones son un concierto de ideas donde los ciudadanos piensan en las mejores cosas que ayuden al bien común, y demuestren la grandeza y la madurez social de un pueblo.

El pasado 16 de febrero la población dominicana acudió a las urnas a las elecciones municipales, pero, que tuvimos: ¿Una elección o una decepción?

El escenario actual dice de forma clara que nos hallamos ante una crisis electoral, pero, más que esto, es una crisis moral, institucional y de valores con consecuencias sociales predecibles, unas, e impredecibles, otras.

Ante la situación imperante existen razones acumuladas para que muchas pasiones y demonios puedan soltarse en nuestras calles y arrastrarnos a una confrontación social que reflejará al mundo nuestra incompetencia para auto conducirnos con apego a la ley.

Ante este afrentoso momento, lejos de mostrar nuestra justificada ira y demandar la caída del gobierno, o de la Junta Central Electoral, debemos demostrar nuestra madurez social para liderar y evitar crisis mayores, preparándonos para reclamar nuestro derecho a elegir y ser elegido y que se nos cuente nuestro voto, como instrumento cívico de nuestro compromiso con la patria.

El desafiante momento precisa un cambio de rumbo en la nación en busca de un equilibrio entre lo ideal, lo real y lo posible, entre, lo ético, lo debido y lo conveniente.

¿Qué sería lo ideal y ético? Que tuviéramos un gobierno auténticamente democrático y un estado de derecho con fortaleza institucional y credibilidad social.

¿Qué es lo real? Que no tenemos fortaleza institucional en la República Dominicana, y que es nuestro deber y reto superar esos traumas.

¿Qué es lo posible? Que todos los amigos de la patria, asumamos el reto de no permitir que el país colapse por la ambición de unos y la indiferencia de otros. Dejar establecido que el estado somos todos y que el gobierno le debe respeto y compromiso a la sociedad.

¿Qué demandamos?

  • Que el presidente de la República, en función de las prerrogativas de su cargo investigue y nos diga quien, o quienes, tienen la llave maestra para entrar por la puerta trasera a la base de Datos de la JCE, y jugar ese peligroso juego con la vida democrática de la nación.
  • Que el gobierno del PLD permita a este pueblo expresarse en las urnas y sacar adelante su destino, y que no empujen más a este pueblo, que hemos tocado fondo.
  • Que la Junta Central Electoral como árbitro de la democracia, explique si está en la capacidad técnica, administrativa y operativa de organizar el presente proceso electoral, y en caso que no pueda probar esto, debe renunciar en pleno y de forma inmediata.
  • Que nuestros cuerpos armados siendo soldados de la patria y guardianes de la nación, en el cumplimiento de sus funciones en la calle se revistan de prudencia en contra posición a la actitud de atropellar a este pueblo que, aunque parece dormido, tiene vocación de lucha y cuenta con ellos para mantener la disciplina social y la seguridad territorial.

¿Qué proponemos con carácter inmediato?

  1. Que se le permita a la JCE electoral completar este proceso y garantizar unas elecciones con apego a la ley.
  2. Crear el Consejo Nacional de Orientación y Arbitraje Social, con personas notables de la sociedad civil que garanticen una supervisión permanente del comportamiento de las autoridades gobernantes y ofrezcan mentoría social a la nación.

Naturaleza del Consejo. Debería estar compuesto por segmentos poblacionales y personalidades cuya impronta les permita gerenciar crisis y garantizar el equilibrio de poder.

  1. Representación de la prensa.
  2. Representación del sector empresarial.
  3. Representación del sector académico.
  4. Representación del área comunitaria.
  5. Representación del exterior.
  6. Representación de la Iglesia Católica.
  7. Representación De la Iglesia Cristiana evangélica y adventista.

Misión del Consejo

  1. Ser un cuerpo de arbitraje social.
  2. Ser un ente de consulta permanente.
  3. Gerenciar la crisis.
  4. Mentorizar la sociedad.
  5. Trabajar en la unidad nacional.
  6. Ser guardián de los intereses nacionales.
  7. Ser un ente de equilibrio social.

He aquí algunos nombres de personas que podrían ser consideradas para formar con carácter transitorio el consejo.

 

  1. Huchy Lora
  2. Nuria Piera
  3. Mariano Abreu
  1. Bienvenido Álvarez Vega
  2. Salvador Holguín
  3. Persio Maldonado
  4. Marino Zapete
  5. Alicia Ortega
  6. Rafael Céspedes
  7. Yasser Rivas
  8. Lorenzo Mota King
  9. Domingo Taveras
  10. Saturnino Valera
  11. José Isaías Pimentel
  12. Presidente del CONEP
  13. El designado De la Iglesia Católica
  14. Humberto Taveras
  15. José Luis Taveras
  16. José Dunker
  17. Moisés Mercedes
  18. José Alduey Sierra
  19. Juan Ysidro Jiménez
  20. Pastor Javier Paulino
  21. Fulgencio Severino.

 

 


Botón volver arriba